La playa

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Barcelona

Pasaron unos días después de lo que ocurrió con Pedri.

Los chicos exigieron saber que había pasado pero me negué a contárselo a nadie, el único que lo había visto había sido Ferran.

Obviamente yo le había amenazado para que no dijera nada.

Sira también había estado intentando sonsacarme información pero también me negué con ella.

Esa mañana me levanté pronto para salir a caminar por la playa.

Hacía fresquito en la costa por lo que no dudé en llevarme una sudadera negra.

Caminé casi por dos horas.

No quería volver a casa, nuestros padres no se habían enterado, pero mis hermanos querían respuestas y para conseguirlas me hacían la ley del hielo.

No me hablaban.

Llegué a casa casi a la hora de comer.

Todos los chicos estaban en casa, sentados en el jardín jugando a algo.

Subí corriendo a mi habitación para evitar que me vieran.

Cuando entré a mi cuarto me encontré con Pedri mirando mis fotos de cuando era pequeña.

<QUE COJONES HACIA EN MI CUARTO>

Le arrebaté de las manos un cuadro y me quedó mirando.

- ¿Que haces en mi cuarto?

- Te estaba buscando.

Lo miré mal.

- ¿Que quieres?

- Vicky, lo del otro d...

Me hirvió la sangre.

- Lo del otro día está olvidado. Y no me llames Vicky.

El río irónico.

- Quería proponerte algo Victoria.

Me crucé de brazos.

- Alguna tontería.

- Bueno, el otro día fue el mejor polvo de mi vida.

Me guardé las palabras.

- Seamos follamigos.

Al principio me quedé de piedra.

Luego me eché a reír.

- ¿Has fumado?

- Victoria, se que también fue el mejor polvo de tu vida. No nos aguantamos pero cuando follamos tu gimes como una puta loca y yo no dejo de pensar en tu puto culo.

Me quedé en silencio.

- Esto no implica que tengamos que ser amigos, solo que cuando quieras follar, yo podría ayudarte y viceversa.

Lo miré fijamente.

Lo pensé y es que era imposible resistirse.

- No quiero que nadie se entere de esto. Y quiero poner unas cuantas condiciones.

- Habla.

Suspiré y comencé a hablar.

- No quiero que sea un usar y tirar. Si follamos como mínimo me dejas un rato recomponerme y ya me voy.

El asintió.

- No quiero que nadie se entere de esto, ni los chicos ni nadie. Ósea, haz como que estoy muerta cuando quedemos con ellos.

The Boy Is Mine +18 | PEDRI GONZÁLEZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora