᪤°.•
"Michelle ma belle
Sont des mots qui vont
très bien ensemble"
Michelle - The Beatles᪤°.•
Nos sentamos en círculo como si estuvieramos en una secta haciendo un ritual para jugar a lo que había propuesto un chaval que al parecer se llamaba Antonio, pero le llamaban Anto. Tampoco me enteré mucho porque estaba en mi mundo por los efectos del alcohol.
Me senté entre Kayla y Nil. Visualicé todo el círculo, que estaría formado por más o menos treinta personas, y me di cuenta de que Andrea estaba sentada allí. Miré a Misho preocupada, recordando lo ocurrido y lo que su amigo me había contado minutos antes, y no pude evitar entristecerme un poco. Anto, el chaval ese me sacó de mis pensamientos.
- Vamo' a jugar al yo nunca nunca pero bebiendo. Si a alguien no le guta la idea que se pire de aquí, pero eto e' una escusa pa' beber, y si no no' aburrimo'. -el chico sacó una botella para comenzar el juego, ya que vio que nos había parecido una buena idea.
Llenamos nuestras copas y la botella giró, indicando el comienzo del juego.
Las rondas fueron rápidas, algunas con alguna pausa para preguntar acerca de la experiencia de cada uno. Hubieron preguntas de todo tipo: inocentes, normales, románticas, vergonzosas, sexuales... Mientras las respondíamos bebiendo del contenido de nuestro vaso, revelábamos más de lo que podíamos imaginar. En varias ocasiones me extrañé de lo que mis compañeros respondían, pero supongo que la gente tiene mucho más detrás de lo que nos imaginamos.
Giró la botella por enésima vez y el tapón de ésta apuntó a la rubia, que sonrió para comenzar a hablar. Por inercia miré al búlgaro para ver su reacción, pero aparentaba cierta normalidad.
- Yo nunca nunca me he enamorado de alguien de este círculo.
Andrea pronunció esas palabras mirándome fíjamente mientras ella tomaba un trago del contenido de su copa. Bebí el líquido que contenía la mía ante su mirada. Ella simplemente soltó una risita y sacudió la cabeza. Miré a mi alrededor y vi como todos mis amigos bebían. No quise preguntarme más, lo único que suponía era la razón por la que había bebido el peliblanco, por ella.
Siguieron las rondas, y cada vez iba abandonando más gente, por piques estúpidos o porque se tenían que ir a su casa. Acabamos terminando el juego cuando ya era de noche y no quedaba apenas gente en la casa.
- Me voy a casa.- pronuncié mientras me levantaba.
- Tú no te mueves de aquí.- Misho, que se dirigía al interior de la casa, se giró para mirarme con cara seria.- Vas borracha, no vas a conducir por los caminos estos así como así.
- No pasa nada.- le quité importancia, o más bien no se la di.
- Sí. Voy a hablar con el chaval este a ver si nos deja quedarnos a todos por la noche, si no pediremos un taxi o algo.- se giró, dándome la espalda y comenzando a caminar hacia el interior de la casa. Segundos después, se giró antes de que pudiera responder y me miró serio con sus ojos azules, que brillaban bajo la luz de la luna.- Ni se te ocurra irte.
ESTÁS LEYENDO
𝐕𝐈𝐍𝐓𝐀𝐆𝐄 ★ 𝘔𝘪𝘴𝘩𝘰 𝘈𝘮𝘰𝘭𝘪
أدب الهواة"Yo siempre he relacionado al amor con la locura, con la vida y con la muerte; pero nunca con la cordura, y en lo de la cordura ni siquiera debiera meterme, la cordura no existe cuando se está enamorado, es una fuerza loca que te cambia la mirada y...