الفصل الرابع والعشرون

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Jungkook entró junto a Jennie quien parecía desinteresada de su entorno a excepción de los comentarios que provenían del rey de Egipto. Se había informado de la condición del segundo príncipe del imperio de loto. Era el mayor chisme imperial entre naciones así que verle cruzar con despampanante mujer a su lado solo confirmaron las sospechas. Para la desgracia del rey Mulay quien solo había asistido al evento lunar porque se esperaba que la reina de Egipto asistiera, le decepcionó, Nitrocris no estaba con ellos.

En cambio la princesa cuñada de Jeon le parecía cubrir y reiterar su posición como gobernante.

– Es difícil aceptar que el pescado es esencial en su dieta. – comentó de la nada Jennie, únicamente para que su cuñado escuchara.

– Sé que es extraño, pero te lo digo yo que nací rodeado de agua, te acostumbras con el tiempo y dejas de pensar que comes a tus mascotas. – Jennie sonrió al notar la gracia en sus palabras.

– He de suponer que el rey de Egipto tuvo un pez de mascota. – Jeon asintió.

– Ahora puedes notar mi sufrimiento. – entonces Jennie rió al imaginarse a un pequeño Neith Jungkook llorar por un pez

– Se lo diré a mi hermana. –

No se dieron cuenta que las personas quienes le rodean miran curiosos la escena.

– Para el nuevo rey de Egipto estar en contacto con tanta belleza le ha de parecer imposible conformarse con la reina. Eso me hace pensar que quizas la hija de Ra no es tan impresionante como se rumorea. – burlo.

Seguido a ello se escuchó un ruido y todos dirigir la atención a la princesa quien había clavado el cuchillo de corte sobre la superficie de madera. Su rostro había cambiado, sus ojos azules parecían más oscuros y una sonrisa de medio lado provocó escalofríos para las personas que no estaban acostumbradas a ese tipo de carácter en mujeres.

Jungkook estaba acostumbrado así que las miradas eran diversas para él.

– Profanas el nombre de mi reina, rey inculto. – levantó el cuchillo a su dirección. – Deberías inclinarte ante tus superiores pero ¿que haces a cambio?. – se levantó de la mesa denotando superioridad.

Como toda una serpiente lista para morder.

– Te llenas la sucia boca al hablar de la reina faraón a la cual nunca podrás igualar. No te confundas Sultan Mulay, porque tú nunca estarás al nivel de una hija del imperio de oro. Solo eres un aficionado urgido de poder. – la tensión se acumuló. La humillación estaba plantada cual semilla de fruto tentado.

El sultán no soportaría un comentario de esa magnitud menos de una mujer. Así que le imitó levantándose y sacudiendo las manos sobre la superficie, esperó que la pelinegra retrocediera asustada pero a cambio la princesa parecía divertida como si esperara ese comportamiento.

– No me retes princesa, no sabes quién soy yo. – Jennie rodó los ojos exasperada.

– Un sultán de un imperio inferior al de oro, eso eres. – obvio ganándose la burla del rey del imperio de hielo y de loto.

– Mulay no se olvide de quien soy hermana, y por su propio bien espero que la compensación de su disculpa sea grande o de lo contrario. – giró el cuchillo sobre la mesa.

– A Nitrocris no le gustará saber que ha hablado mal de ella. – el gobernante del imperio de piedra dio un paso atrás.

– ¿Me está amenazando? – Jennie miró a Jungkook quien parecía disfrutar del espectáculo.

– No lo hago. – concluyó.

– Nitrocris Lalisa y Neith Jungkook reyes de Egipto son el tipo de gobernantes que actúan. – todos se quedaron callados.

Nitocris Lalisa | LizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora