مرحبا

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Cuando el rey habló de su relación limitarse únicamente a formalidades según los lineamientos del pergamino matrimonial Larisa pudo confirmarlo cuando Jungkook no durmió esa noche en la alcoba real y en cambio tomó la habitación que había sido dada para él cuando recién llegó al imperio de oro.

Él está tan enojado que incluso creía que si hablaba podía desatar una pelea que no le competía a nadie. Así que se mantuvo ausente por días, en silencio y trabajando desde que el sol alumbraba hasta que la noche se desplegaba por completo. Jungkook creía que era su forma de enfrentar una situación así, la reina no dijo nada y eso era peor que el silencio absorto y la tretica atmosfera que tanto el rey como la reina habían creado a su alrededor.

El rey no la está pasando bien, aunque dentro de su corazón había un acongojo desconsolador al verse como él único afectado en esa situación. Sin embargo no dejaría que la reina le viera de esa manera. El ver como sufría en silencio.

Así que prácticamente le evitó durante la primera semana después de la disputa.

Caminando como de costumbre por los pasillos que no solía transitar la reina se disponía a ponerse a trabajar. Hace más de tres días que no veía a la reina, su orgullo no iba a doblegarse pues él no había sido quien ocasionó esas dificultades entre ellos.

Jungkook no se disculparía aun cuando le matase por dentro el querer ver a su esposa.

– Mi señor, ¿desea que el desayuno sea llevado al estudio? . – Seokjin le seguía de cerca mientras trata de igualar los pasos apresurados del rey.

– Sí. – solo dijo eso. – Tengo que ir al palacio hoy, así que encárgate del carruaje. – le mencionó

Todos en la mansión de la reina sabían que algo ha sucedido con los gobernantes pues ya no solían pasar tiempo juntos como antes. Incluso se veía a ambos en diferentes partes de la mansión, pero nunca cerca.

– Ah, y también cerciórate de los sirvientes de la reina tengan la comida lista antes de que ella despierte. –

Quizás ellos no estuviesen juntos, pero Jungkook no ha dejado de tener pequeñas atenciones y cuidado con la madre de su hijo sin que esta lo notara. Su cariño no iba a desaparecer tan fácilmente aun cuando el fuego intenso del enojo le consumiera por dentro, no dejaría que algo malo le sucediera.

El día continuaba pasando mientras Jungkook se levantó del asiento real para estirar un poco sus piernas. Necesita un descanso o piensa que podría desaparecer así que al no ver a nadie cerca de los jardines reales decide que es una buena idea caminar y despejar su mente.

En su camino se encuentra con Selmeth y Basteth quien atrás de ellas pequeños pumas siguen a su madre, las mascotas de la reina son peculiares en el aspecto de ser terroríficas, sino fuese porque la misma soberana las ha presentado días después de su emparejamiento  posiblemente los grandes animales causarían un impacto negativo en él.

Toma el atrevimiento de sostener a un cachorro de puma y acariciarle, son demasiado mansos para quienes le conocen. Estando tan absorto en la contemplación del animal no se dio cuenta de cierta presencia caminar a la lejanía hacia él tras estar en su camino.

Después de largo días Lalisa ve aquella espalda que podría reconocer a distancia. "Es su rey", se detiene momentáneamente mientras acaricia su vientre hinchado. ¿Por qué se siente tan nerviosa? Es como si dentro de ella y el sentimiento de culpa le carcomiera, pero también una emoción inexplicable le arrolla al ver al hombre de melena rubia y no evita pensar...

"Su felino acaricia a otro felino". 

Su corazón late rápidamente pero también la tristeza de recordar que no están en buenos términos. Así que decide retirarse, es una pelea que puede perder si ella le mira a los ojos, sabe que el príncipe de Loto ha dejado una marca en su corazón y eso hace que la indiferencia de él le ocasione gran pesar

Se ha dado cuenta de cuan profundo y claro es el lugar del rey en su vida pues desde que dejaron de verse, hablarse e incluso encontrarse siente que está en un profundo abismo y el embarazó solo duplica sus sensaciones.

¿Quién diría que al final la poderosa reina de Egipto se viera doblegada ante un simple príncipe de reino inferior? Neith Jungkook se había vuelto más que un rey para ella, se ha vuelto su ser amado y su más profunda debilidad. 

Lo ama.

Retirándose del área Jennie no duda en ir a su encuentro pues sabe que a pesar del rostro indiferente su hermana está atravesando con un gran pesar. La cubre en brazos dándole ánimos silenciosos pues es mejor de esa forma. A veces las palabras sobran cuando el corazón llora y pide a gritos atención de una especifica persona.

– Mi reina, ¿Por qué no le dice la verdad? – sugiere una vez se encuentran alejados de todos.

– No puedo Jennie, prefiero que crea que soy un egoista por esta razón. – Lalisa no se veía confesando al príncipe  la clase de imperio que ahora gobierna, los reyes mueren jóvenes a manos de los "usurpadores" y aun sabiendo esto permitió el compromiso condenándolo a un destino incierto.

– No tendrías que cargar con esto tu sola. – comentó la rizada .

– Mi culpa ya es suficientemente grande–

Sin otra razón ambas permanecieron en silencio mientras Jennie ve con consternación como su hermana acaricia su notable vientre. Está encontrando consuelo a su manera.

– El visir me da dicho que dentro de tres días Tutmosis llegará a Guiza. – las planeaciones de defensa ante la guerra son evidentes.

Lalisa suspira mientras asiente.

– Solo faltan tres meses para que nazca mi hijo. – comentó.

– Tenemos que darnos prisa y ser precavidos en todo momento, si mi plan va conforme a lo previsto estaremos recibiendo a un ministro de la "asamblea de los reyes" en Egipto. – la contraria se sorprendió al escuchar a su hermana.

Seria la primera vez que algo así sucedería en su imperio.

– Por eso no solo debemos de ocuparnos en nuestros planes de defensa, sino en un deslumbrante recibimiento. – su vista se perdió en el paisaje.

– Recibiríamos a los cuatro imperios . –

Lalisa actuaba siempre con una razón.

– Mi carta ya ha de haber llegado a las instalaciones correspondientes, por ahora solo nos toca esperar una respuesta. – como si anticipara la duda en su hermana, la faraona comentó.

–No podemos empezar una guerra sin mostrar nuestras razones, de ser así nuestro imperio estaría vetado por corromper normas estrictas de intervención . – 

El imperio de piedra habría usado sus propios enemigos apoyándolos para empezar una invasión interna, de esta forma no se vería como un ataque directo de imperio a imperio. Porque si los acusan directamente y sin pruebas, ellos estarían desligados de toda responsabilidad.

– Los hombres pueden reinar, pero las mujeres gobiernan. – comentó la poderosa reina

El imperio de piedra la ha subestimado por ser mujer, pero no sabían lo que les espera pues mientras un rey puede pensar en una sola dirección Lalisa ya había contemplado y analizado el campo de batalla. De allí la gran diferencia de ser rey por herencia a ser gobernante por astucia. 

 

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Nitocris Lalisa | LizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora