الفصل الخامس عشر

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A diferencia de las dos primeras pruebas la última se tomaría a medio día donde el sol repuntaba con mayor intensidad.

Ha sido llevado a un templo de grandes columnas con seis estatuas de personificaciones distintas que rodeaban el centro del lugar.

– Bienvenido al templo del universo príncipe Jungkook. – habló uno de ellos.

El rubio pudo leer a través de los símbolos dibujados en la parte inferior de cada monumento el nombre de cada dios; Amon, Osiris, Isis, Horus, Anubis, Hathor y Ra en la cabecilla del templo.

Antes de ingresar al templo le han hecho cargar una ofrenda, una jarilla de miel que según los hombres quienes le purificaron con esencias debía ser ofrecidas a su dios principal. Jungkook así lo hizo, la cargo en todo el recorrido mientras sus pies descalzos seguían al hombre que portaba una máscara dorada.

– Hoy te enfrentas al juicio de los dioses. Ellos juzgaran la esencia de tu juicio. – empezaron a narrar para guiar al rubio chico en el interior del templo donde una gran roca resguardaba una bajilla.

– Ofrece tu ofrenda a Ra y encomienda tu espirito. Permite que ellos hagan contacto contigo. –

Después de vaciar todo el contenedor el príncipe se acostó en una especie de cama dorado donde podía ver el rostro de piedra de los siete dioses primordiales. Pensó que esa prueba era más tranquila que las anteriores, después de un rato los cantos de los hombres que le rodeaban se intensificaron y con ellos las aparentes nauseas.

Un hombre de mascara se acercó a él y vertió en su cuerpo un líquido rojo.

– Pero que... - su corazón se agitó al oler el típico metálico de sangre. ¿Qué clase de rito era ese? Pero como si no fuese suficiente sorpresa un segundo hombre vació otra jarilla donde tuvo la impresión de ahogarse por el espeso líquido. Jungkook había cerrado los ojos por seguridad sin embargo cuando limpió la sangre de su vista notó que el lugar donde está es distinto a la sala de ofrendas.

Siete tronos le rodean y tras ver hombres con cabezas de animales intentó levantarse de sus rodillas pero estas no le respondían.

– Jeon Jungkook, segundo hijo de la dinastía de loto, hijo de Cheonsin, domador de Apofis, espíritu lunar y descendencia del elemento agua. – Jeon identificó al hombre con cabeza de perro. Su cerebro rápidamente le advirtió que se trataba de Anubis.

– Bienvenido a la corte de los dioses del eterno sol. – saludó con un asentamiento

Era tan surreal estar en presencia de aquellos dioses, creyó que estas situaciones solo se trataban de mitos pero nunca creyó tener oportunidad de tal contacto pues a diferencia de su cultura ellos no creían en un encuentro tan cercano con sus deidades.

– Jeon Jungkook has demostrado determinación en cada prueba, misma que te ha traído hasta aquí. Sin embargo, aún no puedo contemplar en ti la estima suficiente para entregar a una hija de Ra en tu regazo. – el juicio ha comenzado y con ello la diosa del amor, Hathor, ha hablado.

– Tus antiguas creencias aun te ciegan y no muestras una entrega total. El amor limita esta unión y la divide cual terreno peligroso, sin embargo, queremos escuchar cuál es tu posición con respecto a este compromiso. – la diosa se recargó en su trono. Los labios del rubio han retomado su agilidad.

– El amor es quizás el arma más peligrosa y antigua de la humanidad. Por amor al pueblo de mi hermano acepté este compromiso sin siquiera saber a lo que me enfrentaría. – pausó el príncipe.

– Si bien es cierto que aún no puedo decir que amo a la reina faraón estoy dispuesto a entregarle de mi algo tan valioso como el concepto en sí. – miró a la diosa. – Mi honestidad es igual de fuerte, yo le daré lealtad a mi reina y con el tiempo sé que llegaré a amarla. – no sería difícil pues Jungkook ha visto como Akila se ha esmerado en cada detalle con respecto a él. Comprendió que la reina es en realidad alguien humano, alguien bueno y malo como todo ser sobre la tierra.

Nitocris Lalisa | LizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora