Nitocris Lalisa | Lizkook

الفصل الثالث والعشرون

Hace semanas que han surcado los puertos del imperio del eterno sol para recorrer los mares y llegar a Loto. Jeon no tenía expectativas de su viaje, se sentía tenso y hasta nervioso pues después de un año fuera de sus raíces le resultaba impredecible la estadía que tendrían. Ya no era solo el "segundo príncipe de loto" sino que retornaba a la nación de su nacimiento como él rey del imperio más influyente y poderoso.

Suponía que el trato que el recibiría sería distinto y de alguna manera quería cumplir su papel de la mejor manera. Por suerte Jennie estaría allí para validarle después de que ella misma confesara que le resultaría imperdonable abandonar a su hermano en un triunfal regreso

– Es refrescante la ventisca de marea. – Jennie se le unió al pico de la embarcación.

Algunos soldados y la tripulación extra les acompaña.

– Lo es. – concordó el rubio mirando de igual manera el atardecer. – Me preguntó que estará haciendo mi reina. – comentó de la nada la princesa.

Tenía que mantenerse con determinación, pero es imposible no encontrarse angustiada por su hermana mayor.

– Espero que esté bien. – ambos se sumergieron en un silencio cómodo.

Jennie conocía suficiente a la mayor para confirmarlo, sin embargo, nada está escrito.

Por otra parte, después de la cena compartida con Jennie, Jeon se sumergió en su camarote para dar solución a un asunto que estaba posponiendo por falta de tiempo en sus nuevas tareas reales. Ha traído consigo toda la clase de documentos que le permitan llegar a una conclusión precisa. No duda que alguien esté tratando de jugar con la contabilidad de cosechas

Mirando los archivos se dio cuenta que tal como lo intuyó las perdidas de muchos años atrás no solían ser tan exactas y mucho menos tan inmensas que daban la impresión de ser anticipadas. Desde hace cinco años que se estuvo manteniendo los mismos números de perdidas. Y eso era ilógico. ¿Cómo posible que el área de agricultura tuviera mejoras y mantuvieran sus cosechas saludables para que al final todo su trabajo fuera desechado en un tercio de su total? Algo no estaba bien.

Era claro que tenía que preguntar más al respecto. Los números nunca mienten y ahora con todas las pruebas a su favor es factible asegurar que se estaba realizando un desfalco al imperio de manera "invisible". Pero, sobre todo, su mayor preocupación radicaba  en quien sería lo bastante estúpido para traicionar así a su imperio y sobre todo a la reina.

La pregunta más importante en ese asunto era, ¿Dónde se iba toda esa cosecha que se daba por perdida? 

– Adelante. – dio el paso.

Jennie entraba con una taza de té.

– Te traje una bebida al darme cuenta que aun no duermes. – le saludó.

– Gracias hermana. – respondió al gesto.

– Has traído trabajo. – burló un poco la mujer de ojos gatunos.

– En realidad era una encomienda personal que la reina me pidió. – saboreó el líquido. Le recordaba mucho cuando él y Lisa se tomaban el tiempo del té para charlar.

– Lisa me ha dicho como te gusta preparado él té. – comentó y se acercó a la mesa donde estaban los pergaminos.

– Mi reina suele anticipar todo. –

– Es así de atenta con las personas que le importan. – Jeon lo confirma

Fue entonces cuando Jennie miró el análisis que Jungkook habia hecho