الفصل الواحد والعشرون

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Los detalles de la ausencia y los asuntos del imperio son más claros para Jennie al saber cada plan que su hermana ha hecho durante el tiempo que estará fuera del palacio. Sabe lo que debe hacer y en que momento actuar. Aún cuando la idea de dejarla partir no sea de su agrado entiende que estará a salvo si Taehyung le acompaña porque al final del camino es lo que una reina debe hacer. 

Esa creciente angustia del imperio estar a punto de librar una guerra es alarmante, pese a ello parece que la condición que más le acongoja a Lalisa es dejar a su rey. Neith Jungkook no le acompañará Jennie sabe el por qué prefiere mantener el motivo de su viaje en secreto.

Así que la reina prefiere atesorar y disfrutar al máximo a Jungkook antes de su partida.

– Mi rey. – Lalisa besa los labios del hombre para posicionarse encima de su desnudo pectoral.

Ha sido una noche increíble, la saciedad de su libido ha sido aplacado por su hermoso felino. Jungkook ha resultado ser un cofre de sorpresas. Desde hace cuatro días que no encuentra manera de informarle sobre su partida a campos inestables, de alguna manera la idea de estar tan lejos de su esposo le causa incomodidad pues bien entiende que podría alargarse por varios meses.

– Eres realmente precioso. – toca el pálido rostro para regalarle una sonrisa.

La reina se ha mostrado mucho más activa sexualmente durante estos días. Un sexto sentido en el pecho del rubio le advierte algo no estar bien, quiere pensar que son paranoias pero la mirada dulce de su esposa le deja un doloroso sentimiento. Tiene la impresión que cada noche cuando ambos están juntos y unen sus cuerpos repetidas veces es como si ella se despidiera y quisiera llenarse completamente de él.

Sin embargo, Jungkook prefiere callar, no quiere arruinar momentos tan íntimos con la hermosa mujer. 

– Piensa que soy hermoso, pero usted no sabe como es que la miran mis propios ojos. – sujetó la suave extremidad para conectar sus orbes avellanos a los grises de ella.

– Estoy seguro que de ser así se plantearía esas palabras porque mi esposa es magnifica, incluso superior al concepto en sí. –

Lalisa tiene que ser sincera, ama esa faceta del rey. Jamás creyó que palabras tan simples y ligeras se sintieran como un torbellino reconfortante.

– No creí que podría sentirme de esta forma mi rey. – dibuja sobre el torso desnudo unas cuantas figurillas.

– Al menos no en la forma en que se ha iniciado nuestro matrimonio, no nos amamos pero creo que estoy comenzando a crear un lazo de aprecio y respeto hacía ti. – se sinterizó

Al rubio le pasa exactamente lo mismo, quizás Lalisa aún no se sienta preparada para confesarlo pero esa clase de palabras en su reino son una confesión de amor.

– Entonces sigamos de esta manera para que algún día podamos llegar a amarnos ardientemente . – el tiempo lo decidiría, pero era un buen inicio.

– ¿Crees que podamos? – La reina fue ambiciosa y por un momento se aferra a esa idea.

– Estoy seguro. –

Lisa en verdad lo desea, desde la muerte de su hermano no creyó descubrir alguna otra clase de "aprecio" por alguien que no fuese de su sangre o circulo cercano. Pero con el segundo príncipe del imperio de agua esta totalmente perdida. No entendía muy bien lo que se estaba formando entre ellos, solo que era muy distinto a lo que creyó sentir por su hermano Menreses.

Un nuevo sentimiento le asecha.

– Me esforzaré. – ambos se miraron intensamente, guardando en sus corazones lo que sus bocas aún no estaban listas de contar. 

Nitocris Lalisa | LizkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora