❝𝐄𝐌𝐁𝐀𝐑𝐀𝐙𝐀𝐃𝐀 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐌𝐀𝐅𝐈𝐎𝐒𝐎❞ 𝐈𝐈

❝𝐂𝐀𝐏 𝟏𝟗: 𝐉𝐀𝐊𝐄 𝐘 𝐖𝐄𝐒𝐋𝐄𝐘❞ [Maratón 1/2]

Capítulo diecinueve
"Jake y Wesley"
[Isabel Harrison]

Traté de despejar todos aquellos pensamientos de mi mente, al menos estado con mi hijo, pero no lo logré del todo. Cuando regresamos del parque, allí estaba Jenny, sentada en el sofá de la pequeña sala, observándome con una sonrisa cálida. Como si realmente fuera mi amiga.

—Querida, ya llegaste —saludó con total hipocresía.

No era conveniente enfrentarla, no aún. Debe actuar con inteligencia total. Y harás saber que los descubrí, sin aún descubrir lo mayor, no era la decisión más inteligente.

—Hola, Jenny —devolví aquel saludo de la misma manera, como si realmente no pasara nada y siguiera viéndola de la misma manera: como la amiga que me ayuda en todo y me salvó la vida.

Para el punto en el que Ethan volvió al hotel esa noche, ya yo estaba completamente frío, mi corazón se había aguantado y envenenado.

Solo me había bastado observar a Jessy con detenimiento. Y que volviera un sentimiento parecido al que sentí con la infidelidad de Max con mi madre.

Nunca lo perdoné, nunca olvidé aquella traición.

Y creo que fue lo mejor que hice, porque estar vulnerable ante otra posible infidelidad... Se siente peor cuando lo hacen tres veces.

Aunque Jake aún envía mensajes de vez en cuando, fotos viejas y momentos que solo me hacen recordar lo ciego que estaba en ese entonces.

Mensajes que leo e ignora.

Me dolió un poco más con Ethan; porque sé que terminaremos casi igual, ya pesar de todo, es el padre de mi hijo.

No sé qué tiene mi cabeza que ya van tres veces que un hombre piensa que le faltan unos cuernos.

Idiotas.

Son idiotas, pero duele...

Tampoco andaba en bobadas.

¿Sentimientos? Ya no sirven de mucho en el día de hoy.

Solo debería pensar en mi hijo y en mí.

Por eso, cuando llegó la noche y todos dormían, me levanté de la cama, tomé mi teléfono, y fui hacia la pequeña sala.

Haría todo lo que fuera necesario.

Aquí ya eran las once de la noche, pero en Manhattan eran las diez, y conociendo a mi mejor amiga, aún no dormía.

La llamé.

Pasaron algunos tres tonos antes de escuchar su voz—. Me hubiera gustado que llamaras antes, pero no te culpo, estás en Brasil de vacaciones —reclamó automáticamente.

Extrañaba su voz, y no fui consciente hasta escucharla nuevamente.

Solté una pequeña risa —¿Cómo estás?.

—¿Yo? —río—. De maravilla, solo me esperé esperando una llamada de mi mejor amiga, pero nunca pasó, solo envió un mensaje diciendo "Espero te encontré bien", pero jamás me llamó —hizo una pequeña pausa y soltó un suspiro. Reí ante su sarcasmo. —Estoy de maravilla —recalcó.