Siempre es mejor dejar la incógnita de los pensamientos ajenos. Escuchar la conversación de amigos, confidentes, entre Kylo y Voska no tiene un buen efecto en ella.
Con media vuelta y de forma veloz regresa a su habitación para iniciar el día con una idea en mente y espera con todas sus fuerzas tener éxito.
Una hora después, el general continúa en la cocina. Con una arruga en la nariz, su inconfundible gesto de molestia entra a la cocina saludando. Cruzan miradas de muerte con Voska, hay una naciente rivalidad entre ellos. Es inexplicable la manera en que de forma tan súbita detesta al hombre. Lo mira de reojo mientras se acerca a la cafetera para servirse una taza; atrás de ella la cuna flotante acerca a Abby con Kylo.
Él pretende ignorarla para evitar la humillación de que sea Rey quien impida que la tome en sus brazos, pero esos pequeños brazos extendidos en su dirección, con esa sonrisa pura que llena su mirada bajo esas pestañas largas, lo hace casi imposible.
Rey observa todo, lanzando miradas a Voska y a Kylo, de pronto tiene una idea. Debe fingir que sus intenciones de escape están aplacadas para evitar levantar sospechas sobre su segundo intento que ya tiene en la mente. Levanta a Abby para entregarla en brazos de Kylo, su padre, a pesar de su renuencia a aceptarlo públicamente.
Con la sorpresa en los ojos es bien recibido el gesto, siempre tiene que esperar a que el humor de Rey sea oportuno para tomar a Abby, a veces cuando parecen convivir en armonía es repentina la negativa de ella a tener contacto con su hija, así que este gesto, en apariencia desinteresado de Rey, sí que es una sorpresa.
—es una niña muy linda. — ni siquiera Voska es capaz de ignorar a Abby. En estos días la nueva orden esta tan ávida de hacer crecer sus filas que la paternidad es un gusto floreciente en muchos de los hombres de la base. Son tiempos de calma, no de paz, pero son buenos para pensar en la familia y extender las tradiciones, legados e ideas de la nueva orden para tener una posteridad asegurada.
—lo sé.
—tiene suerte de no tener parecido a ti — Voska mira a Rey —se parece a la madre — la sonrisa inicial que acompañaba a su comentario desaparece en el rostro que se torna sombrío por los recuerdos de un año atrás y los de la noche anterior. —siempre dejamos la idea de un hijo para después...
No dice más, aun así, Kylo capta la idea de sus palabras.
—ahora tienes la oportunidad con Tara.
—no sé si quiero uno ahora.
—es una orden — levanta las cejas. Un gesto que impone la orden con autoridad que por su amistad permite ser relajada.
Rey escucha sin emitir comentarios, en apariencia ausente, se entera de la situación de este día dentro de la base. Es el día posterior a la boda masiva, se sabe que muchos de los oficiales y soldados tienen turnos libres para incentivar la convivencia con los nuevos cónyuges. No hay vigilancia estricta. Bebe el café disimulando concentración en su plato, cerrando sus pensamientos para que Kylo no detecte sus intenciones.
—daré un paseo por la playa — interrumpe de pronto captando la atención de ambos.
Juntos niegan moviendo la cabeza.
—no es buena idea —explica Kylo — puedes caminar por la playa, pero no puedes entrar al agua —la intriga se mira en el rostro de ella —aún no está por completo explorado el océano, desconocemos los ciclos de la fauna marina, el agua no es acida no hay peligro si te mojas en ella, pero no sabemos si el factor de tu aroma corporal atraiga a una especie desconocida.
—entonces caminare en la arena — determina sin permitir que la hagan desistir de su salida — es como estar en casa, pero con agua y vegetación —susurra al final. El ambiente hostil de su planeta de origen puede parecer todo menos evocador de recuerdos hogareños, sin embargo, para Rey es el único hogar que conoce, ahí, en las paupérrimas condiciones creció y se hizo quien es; por algo regreso a Jakku para su exilio auto infligido. —llevare a reparar el vestido que rompiste — reprocha como ocurrencia final.
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LA NOCHE DE LOS TIEMPOS
FanfictionREYLO AU posterior a TROS. Nada asegura que los hechos recordados son lo vividos, confiamos en nuestras memorias o en las crónicas escritas por alguien más, al anochecer se desvanecen entre nuestros sueños y al amanecer recordamos solo fragmentos de...