LA NOCHE DE LOS TIEMPOS

En el Marea Negra

 *imagenes IA  (quedaron mamalonas :))

No existe discreción cuando la cabina es pequeña, apenas caben los tres, incluyendo a la nana que recibe cientos de instrucciones planeadas e improvisadas por parte de Rey; Kylo ignora sus inseguridades, para él es importante una despedida de su hija. La tiene en brazos para llenarla de besos que Abby corresponde con sonrisas y un juego de aplausos de sus pequeñas manos. Kylo la admira, su rostro de bebé es lo mas bello para sus ojos, es muy parecida a Rey, pecosa de piel blanca, ella sonríe con la mirada al análisis de su padre. Los rasgos que identifica como suyos es el cabello negro que dibuja ondas en esa diminuta coleta, es apenas un intento de peinado que las manos de la nana hacen para mantenerlo en orden. El color de los ojos en definitivo son robados a él, pero si se mira con atención ella tiene la sonrisa de Leia.

Rey termina su letanía de instrucciones, los días lejos de Abby son imprecisos, las negociaciones tienen una expectativa de dos semanas para concluirse, aunque es sabido que existen casos en que terminan pronto al no haber una postura de las partes para llegar a un acuerdo o, en el peor de los casos, llegan a un punto circular donde no hay acuerdos y las negociaciones se extienden y extienden por meses, a veces hasta años. Ella advierte a Kylo que está dispuesta a dos semanas, no mas, y volverá a Kriss con su hija, le importa la galaxia, pero siempre estará en segundo lugar.

Se reúne a la despedida, ambos la besan, tienen el presentimiento de que algo no está bien y los temores afloran. El miedo mas grande para ellos es el dejar desprotegida a Abby, al menos unos de los dos debe ser mas fuerte. Existe un acuerdo no hablado, implícito en las palabras que a veces cruzan cuando el tema es su contraposición en la fuerza, suceda lo que suceda, Abby es la primera prioridad para ambos, antes de la fuerza, de la política o la guerra.

—no quiero alejarme de ella — es Rey quien se queja.

—siento lo mismo.

La hora señalada ha llegado. La nana se acerca para tomarla en brazos, hace un juego chusco para distraer la atención de la bebé y no perciba la salida de sus padres. Kylo asiente, sus instrucciones fueron enviadas un día antes.

Toma del piso las piezas faltantes de su armadura. Ella toma su bolso y caminan hacia el turboascensor para llegar al área de carga del navío. Hay incertidumbre al dejar a Abby, intentan no pensar en ello y no expresarlo al otro para no llamar a la mala suerte. Él la mira de reojo al recordar otra ocasión donde estuvieron solos en un ascensor. Toma el casco de la armadura que usara para no mostrar su rostro. Es un disfraz audaz, inesperado; puede hacer uso de su manejo de armas y entrenamiento cuerpo a cuerpo sin levantar sospechas. No usara la fuerza pues no puede levantar sospechas, no lleva sable ni nada que grite ¨Kylo Ren¨

—¿ahora eres mandaloriano? — Rey irrumpe mirando directo al casco.

—justifica las armas y el casco... servirá —ahora la mira a ella —¿te gusta?

Rey arruga la nariz —¡no! es mmm... si quitamos el miedo, tu otro disfraz es sexy. Este es... aburrido.

Kylo olvida la última palabra, se concentra en la idea, ¿dijo sexy? Mira a Rey de arriba abajo, ella es jedi en toda palabra, la túnica neutra oculta las curvas que él imagina muy constante, el rostro sonriente y cálido no es congruente con la rigidez de su peinado estirado en un moño en la nuca, tan liso que parece doler. A la espalda lleva una capa gris claro que le da ese aspecto pulcro y distante, la hace parecer fría e inalcanzable. Una jedi de leyenda. El atuendo que a regañadientes el sastre de la nueva orden elaboro con lana de bantha.