ArthurEl trato estaba hecho, mi compromiso era el próximo año, me casaría con la peliroja de ojos verdes con la que planee mi futuro hace meses, está idea me habria encantado durante ese periodo pero ahora solo lo hago por condición.
No hay nada sentimental de por medio, solo dinero, tierras y empresas, y claro el primogénito de los Havisham era la misión que debo cumplir por mandatos de la ley y familia.
Mi padre cumplió su palabra y ha estado apoyándome en todo al igual que mi hermana, los tres hemos estado más unidos que nunca.
Este acuerdo surgió de la familia de Meredith para hacer crecer las empresas y forjar una buena alianza al principio me negué, pero mi padre me dijo que solo sería temporal hasta que la empresa se fortaleciera, así que acepte y me dijo que también podríamos encontrar a Odette más fácil así que me creí.
Los meses seguían pasando, Meredith se robó el lugar de la señora de la casa y eso que aún no nos casabamos, se robó la atención de la gente, la de mi padre incluso, le cayó mejor después de saber que tenía un gran dote y heredaria tres empresas textiles de su abuelo paterno, así que a la familia le caería como anillo al dedo, a causa de no tener hermanos y ser la mayor, claro que eso no era muy común y aunque era complicado ser aceptada como mujer, pero ella lo logro.
Meredith es una gran mujer, es linda, es fuerte tiene carácter, es una chica increíble pero no es mi chica, no es mi Odette, así es, tal vez el día de mi muerte acabaría en el infierno por seguir pensando en otra mujer que no es mi prometida.
Odette seguía rondando por mi mente, su fantasma aparecía rondado por las paredes de mi habitación, su risa , su cuerpo su recuerdo me estaba volviendo loco.
Algunas noches mientras Meredith dormía, salía a la habitación que antes era de Odette, algunos vestidos aún colgaban dentro del ropero, se que suena exagerado pero hasta su aroma podías percibir al entrar.
Tomo uno de esos vertidos, es aquel blanco que usaba el día que la vi recostada en el jardín leyendo, sus carnosos labios, sus ojos marrones penetrantes que con solo mirarlos me tenía a sus pies, el olor de su pelo y el aroma que emanaba su piel, la extraño cada día de mi vida.
Algún día la eh de volverla a ver, tiene que volver, tiene que llenar el vacío que ella misma dejo con su ausencia, la misma que me está matando desde que ya no la veo, en pocos meses.
Logro enamorarme y atraparme con su juegos perversos, yo caí ante sus redes y no me arrepiento, eh escrito miles de cartas, cartas sin destino, porque no se dónde está, cartas sin pies ni cabeza, cartas con poemas, cartas con canciones, cartas que han sido mi refugio para desahogarme de la maldita vida que llevo y que me tocó vivir desde que ella se fue.
Tiempo despues...
Hace siete meses que se fue y su partida aún se me hace reciente, en mi sueños aún la miro y en esas cartas expreso mi amor hacia ella, el amor que nació de una mentira pero nosotros la hicimos verdad.
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Mienteme de nuevo - Arthur Havisham (Terminada)(En Edición)
RandomArthur Havisham un chico engreído que solo piensa en el bienestar y preocupación por si mismo, su padre quiere darle una lección, obligándolo a contraer matrimonio con alguien que no desea. " Ya estoy cansado de tu arrogancia y egoísmo, piensas que...