Llegue a mi casillero, lo más rápido que pude cambie mis cuadernos por los siguientes y salí casi corriendo de ahí. Me había tardado bastante en el asuntito de Becky y tenía un examen de ciencias no podía llegar tarde y menos sola iba con Irin pero había faltado toda una semana y lo bueno de esto es que era viernes y ella podía recuperarse de su resfriado para poder salir con Tee y Nat y conmigo el viernes por la noche a un club de adolescentes.
— Trade de nuevo señorita Sarocha.
— Lo siento tuve algunos problemas.
— Si la escuela entera se ha enterado de su problema con la señorita Armstrong.
— ¿Toda? — Pregunté incrédula.
— En efecto ahora pase por su examen y después a su lugar.
Seguí las indicaciones de la maestra y trate de concentrarme en las preguntas. Leía y releía palabra por palabra pero era imposible concentrarme. Los labios de Becky seguían ingresados en mi cuello como una herida reciente.
Observe mi cuello y tenía dos marcas rojas ¡Maldita Becky! La odiaba. ¿Como podía atreverse a hacer eso?
¿Como pude permitirlo?El timbre sonó sacándome de mis pensamientos. Mientras todos salían yo me quede ahí porque no había terminado.
— Me temo que tendrá que compartir clase con los de 3A — Hablo la maestra. — Maldije en vos baja ya que esa era la clase de Becky.
Al cabo de unos segundos la clase empezó y todos empezaron a entrar. No mire a nadie y me concentre en el examen que tenía en frente me había calmando un poco pero todo se desvaneció con su voz y risa.
Me apresuré a acabar el maldito examen.
— Hola gatita — Dijo cerca de mi oído — Es un orgullo saber que las marcas que traes en el cuello fueron hechas por mi.
— Estoy ocupada estúpida — murmuré.
— Ya veo pero cariño, estás en mi lugar — La mire algo nerviosa.
— También es el mío.
— Si pero esta es la clase A no la clase B tu hora ya ha pasado, gatita así que quiero mi asiento.
— ¿No puedes sentarte en otra parte?
— No — Sonrió. — Dame el asiento puedes sentarte en mis piernas si quieres.
— Es lo último que haría en mi vida — La mire y acercó su cara hacia mi otra vez estábamos cerca, que no evité mirar los labios tan carnosos tan rojos ¡Dios!
— Eso ya lo veremos porque se que suplicaras estar bajo mi cuerpo — lancé un suspiro — Suplicaras para que te folle realmente duro mientras gimes mi nombre — Se acercó a mi oído — No sabes las ganas que tengo de verte desnuda en mi cama — Mordió en ovulo de mi oreja delicadamente.
— Me das asco — Dije y me paré de ahí tomando mis cosas.
— Quédate ahí puedo sentarme atrás — Dijo sonriendo la mire y volví a sentarme y después de unos minutos el silencio inundó el salón.
Cuando estaba por la pregunta 38 , una bola de papel cayó frente a mi y la abrí. Tengo una muy buena vista de tu trasero desde aquí. Apreté mis labios nerviosa ¿Es verdad estaba viendo mi trasero? ¡Claro! Sin pensarlo tome el papel y escribí. ¿Es una especie de cumplido? Déjame decirte que no funciona para nada. Lo tiré hacia atrás y esperé. Puedes tomarlo como quieras pero esos jeans se ajustan muy bien a tu cuerpo Freen por cierto tú piel es demasiado deliciosa. Me estremecí por un momento pero no quise seguirle el juego no caería tan bajo. No le respondí y me apresuré a responder las preguntas, termine el examen y lo dejé en el escritorio de la maestra.
— No acostumbras a tardarte demasiado en los exámenes, Freen ¿Pasa algo?
— ¡No! No para nada. Solo que tengo un poco de flojera.
— Duerme bien, no quiero que se vuelva a repetir. Anda ve por tus cosas. — Sonreí a asentí. Me paré frente a mi asiento y sonreí para tomar mi mochila y Becky me estaba mirando sonriendo.
— Esa camisa se ajusta a tus pechos muy bien, gatita
— Susurro y la mire sin mucha importancia y termine de ordenar todo y me giré. Sentí una nalgada y la mire bruscamente tenía una pequeña sonrisa en el rostro.
Lo único que quería era salir de ese salón. Y salí de ahí. Y
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Sexo Secreto - BeckFreen G!p
RomanceBecky Armstrong, la típica chica que todos desean.Freen Sarocha, la típica chica con encantos aun no descubiertos. Dos polos opuestos. Freen la odia. Becky la desea. Después de que Becky le dijera un par de insultos, Freen no está dispuesta a sentir...