XV

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Había pasado una semana desde que volví a hablar con Snape. Las cosas habían vuelto a ser parecidas a como eran antes, con la diferencia de que ahora, casi sin darnos cuenta, nos habíamos confesado nuestros sentimientos, y ahora estábamos en un momento confuso para ambos. Sabemos que nos queremos, pero no somos pareja ni nada por el estilo, ni siquiera nos hemos besado, aunque tampoco hemos podido hablar desde entonces. Nos veíamos por los pasillos y nos echábamos miradas, y en clase era todo normal, pero nada más.

Dentro de menos de una semana se celebraría un baile. No era obligatorio, pero si recomendado llevar pareja, a parte de un buen motivo para pedirle salir a la persona que te guste, siempre y cuando no sea un profesor, lo cual era un "problema" para mi. Por un lado tenía ganas de ir al baile, y por otro no me interesan los chicos, me interesa Snape pero a él no puedo llevarlo como pareja. Podría ir sola, pasarlo bien con Layla parte de la noche y más tarde... Bueno, ya lo pensaré en ese momento.

Por ahora debía concentrarme en la clase. La noche anterior no había dormido nada, y ahora solo quería dejar la cabeza sobre la mesa y dejarme llevar por el cansancio. Pero eso no iba a ser posible, ya que si Snape tenía que volver a castigarme podría tener problemas. Según la clase avanzaba, yo me sentía cada vez más perdida. No entendía qué tenía que hacer así que simplemente improvisé, completando las preguntas con lo que menos raro me parecía. Al final de la clase le entregamos a Snape la tarea y justo antes de que pudiera salir por la puerta me llamó.

–Señorita T/a, necesito que se quede un momento.

Y de un momento a otro justamente lo único que no debía pasar había pasado. Lo había hecho tan mal que ahora me tocaba quedarme castigada con Snape. Cuando el último alumno se fue cerró la puerta tras de sí, dejándonos aún más solos qué antes.
Snape no dijo nada, simplemente se sentó en su mesa y me miró. Ya estaba otra vez con esa seriedad suya. Me gusta, debo admitir, pero también me intimida en cierta forma, y ahora mismo mi cerebro estaba demasiado cansado como para procesar todo correctamente.

–T/n, te pasa algo. Has respondido todo mal y llevas ausente toda la clase.

–No he dormido bien. -Dije seguido de un largo bostezo.

Snape rendido se echó hacia atrás en su silla. Sin pensarlo mucho rodeé la mesa y cuando llegué a su lado me senté en sus piernas. Al contrario de lo que pensé no pareció molestarle, ya que me abrazó por la cintura para acercarme un poco hacia él. Apoyé mi cabeza en su pecho y cerré los ojos. Sentía una calma y tranquilidad indescriptibles al estar así con Snape.

–No deberías quedarte dormida sobre mi.

–Es donde mejor estoy ahora mismo.

Con una de sus manos tomó delicadamente mi mentón y me hizo alzar la vista, dándome cuenta de lo cerca que estábamos, de lo próximos que estaban nuestros labios. Y él no escondía sus ganas de besarme en ese momento.

–Ya que estás aquí, podría hacerlo mejor.

Sus palabras tan tentadoras, su tono tan sensual... Pero de repente volví a la tierra en el peor momento y recordé que todavía tenía clases. Así que suspiré y me levanté, dejando a Snape muy confundido, lo cual me hizo gracia.

–Me encantaría, pero todavía tengo clases a las que asistir.

Dije y dejé un beso en su mejilla. Corrí hasta la puerta y justo antes de salir él volvió a llamarme.

–¡T/n!

–¿Sí?

–¿Irás con alguien al baile? -se me escapó una risa. Severus Snape estaba interesado en si ya tenía pareja para el baile.

–Bueno, iré con mi amiga Layla, ¿eso cuenta? -Me sonrió y en ese momento me derretí completamente.

–Claro, si... eso era todo.

–A-ah, vale adiós.

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–Deja de mirarte tanto, el espejo no miente, estás preciosa.

–Bueno... Si tú lo dices...

Layla y yo nos estábamos preparando para el baile. Ya tenía el vestido puesto, mi pelo arreglado y la cantidad de maquillaje necesaria. Tampoco era nada exagerado, pero no podía evitar tener esas dudas innecesarias justo antes del baile. De repente me veía rara con el vestido, no podía dejar de fijarme en las imperfecciones de mi pelo y todo aquello que estaba "mal" en mí, incluso aquello que realmente no estaba mal, por mínimo que fuera. Layla no dejaba de repetirme que eran imaginaciones mías y que estaba hermosa, pero no podía evitarlo.

–Sabes que seguir dándole vueltas no va a hacer que te sientas mejor, ¿verdad?

–Si, si ya lo sé. Pero lo hago sin querer.

–Bien, pues vayamos ya a la fiesta a pasarlo bien, que te olvides de esa tontería de que te ves mal.

Layla tiró de mi, llevándome hasta el lugar donde sería la fiesta/baile. Cuanto más nos acercamos más se escuchaba la música, emocionando cada vez más a mi amiga.

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Lo del vestido puede ser un vestido o un traje o lo que quieras :v

A mi me gusta este vestido por si te sirve.


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Me anima muchísimo a seguir escribiendo.

Chao chao~

Severus Snape x tú// Happiness is a butterflyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora