La Nueva Niñera - Capítulo VI: Aceptación

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Agosto - 21 años

Ruri había llegado temprano aquel día, puesto que el señor Enji volvía cansado de un largo turno nocturno y a pesar de la hora, Fuyumi ya estaba despierta, esperándola con emoción para que peinara su cabello como ya se había hecho costumbre.

Natsuo estaba muy molesto por eso. De un momento a otro su hermana mayor había comenzado a pasar demasiado tiempo con la nueva niñera y eso no le agradaba. Si bien Fuyumi nunca había estado de acuerdo con su idea de molestarla hasta hacerla renunciar, de todas formas se sintió un poco traicionado.

Y mientras la mañana avanzaba en la casa de los Todoroki, Ruri estaba sumida en su rutina aprovechando que Shōto aún dormía. Natsuo parecía más inquieto de lo normal, con una sonrisa traviesa se encontraba molestando a su padre, quien estaba en su estudio con grandes ojeras. El hombre estaba claramente cansado, pero debía encargarse del papeleo de la agencia antes de siquiera pensar en descansar, por lo que la incesante y chillona voz de su hijo del medio ya estaba comenzando a hartarlo.

—¡Papá, por favor! ¿Puedes llevarnos a mi hermana y a mi a jugar al parque? —se acercó a Endeavor, y lo miró con determinación a pesar de la mirada intimidante del pelirrojo—. ¡Hace tiempo que no vamos!

Endeavor levantó la mirada de los papeles y suspiró, pareciendo ligeramente frustrado.

—Natsuo, ya te he dicho que tengo asuntos del trabajo que atender.

—Por favor, papá. Será divertido y no te llevará mucho tiempo. ¡Prometo no molestarte más! —Natsuo no se dejó desanimar tan fácilmente. Miró a Endeavor con ojos suplicantes y un puchero en los labios.

—Lo siento, Natsuo. Quizás otro día —Endeavor pareció considerarlo por un momento, pero finalmente negó con la cabeza.

La mirada de Natsuo se endureció, y su expresión se volvió más obstinada. No iba a rendirse sin pelear, pero casi como si lo hubiera planeado, Ruri entró a la oficina con una bandeja, trayendo café y un trozo de pastel, mientras Fuyumi la seguía casi pegada a una de sus piernas.

—Con permiso...—la chica se notaba feliz, Fuyumi cada vez era más dulce con ella y hoy le había pedido ayuda para hacer el desayuno para su padre, por lo que no pudo negarse—. Le he traído, algo para que coma, Fuyumi me ayudó.

—Ya te dije que no era necesario. Eres la niñera de mis hijos, no mi sirvienta —la paciencia de Enji iba desapareciendo al ver como aún no terminaba de trabajar gracias a las interrupciones. Miró a la chica con el ceño fruncido, pero esta continuó sonriendo mientras le dejaba el café y los bocadillos sobre su escritorio, ignorándolo completamente—. Gracias...

Al pelirrojo no le quedó de otra más que dar las gracias y al ver la mirada de felicidad y los ojos brillantes de su única hija chasqueó la lengua aparentando molestia antes de dar un sorbo a taza.

—Vamos, Natsuo. Dejemos a tu padre en paz mientras trabaja —el niño se giró hacia Ruri con obvia molestia, pero su rostro cambió casi en seguida y con una sonrisa amble se dirigió a la niñera.

—¡Quiero ir al parque! —soltó de la forma más amable que pudo, puesto que Natsuo no desaprovecharía la oportunidad—. Ruri-san, ¿puedes llevarnos al parque a jugar? Mi hermana y yo queremos pasar tiempo juntos.

La pelirrosa se quedó muda. Era la primera vez que Natsuo la llamaba por su nombre o le dirigía la palabra de forma respetuosa, la emoción creció en ella junto a la esperanza de poder llevarse bien con el pequeño y Fuyumi se unió a la emoción de su hermano inocentemente.

Se acercó a Ruri y la miró con ojos brillantes y Enji no puedo evitar notar lo manipulador que podían llegar a ser los niños, pero al ver el rostro de la niñera, notó como esta parecía haber caído fácilmente por sus hijos mayores.

Determinación familiar ◆ Endeavor x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora