Determinación familiar ◆ Endeavor x Oc

Susurros de Otoño - Capítulo II: Compradores compulsivos

Marzo - 22 años

La tarde caía sobre la residencia Todoroki, el sol pintaba el cielo de tonos anaranjados, mientras Endeavor se encontraba en el patio trasero, entrenando con su característico rigor. Gotas de sudor perlaban su frente mientras realizaba una serie de movimientos precisos, sin embargo, su quirk de fuego se mantenía desactivado, enfocándose en fortalecer su propio cuerpo.

Dentro de la casa, Ruri se preparaba para salir. Había tomado el día libre para visitar a sus padres, algo que no hacía con tanta frecuencia como le gustaría debido a sus responsabilidades en la casa Todoroki. Mientras se arreglaba frente al espejo, escuchó el alboroto de los niños en el pasillo.

Fuyumi fue la primera en entrar a la habitación, sus ojos brillantes de emoción―. Ruri-nee, ¿es cierto que vas a visitar a tus padres?

Antes de que Ruri pudiera responder, Natsuo se asomó por la puerta―. ¿Podemos ir contigo? ¡Queremos ver a los abuelos otra vez!

Ruri parpadeó sorprendida por el entusiasmo, dejando de empacar su mochila.

Shōto, que había estado escuchando silenciosamente, intervino con su calma habitual―. ¡También al tío Kei! ¡Quizá podamos ayudarlo a preparar un postre!

La declaración de Shōto hizo que el corazón de Ruri se hinchara de emoción, aunque tenía claro que, a pesar de que a su hermano le encantaba cocinar, era un perezoso de primera. Sonrió cálidamente a los niños―. Me encantaría llevarlos, pero primero tendrían que pedirle permiso a su padre. Él está entrenando donde siempre.

No hizo falta decir más. Los tres niños salieron disparados hacia el patio, dejando a Ruri con una mezcla de diversión y preocupación. Sabía que Endeavor estaba intentando mejorar la relación con sus hijos, solo esperaba que los niños no lo interrumpieran en un mal momento.

En el patio, Endeavor estaba en medio de una serie de movimientos complejos cuando escuchaba el alboroto de sus hijos acercándose. Frunció el ceño, deteniendo su entrenamiento y tomando una toalla para secar su sudor justo cuando los tres llegaron, hablando todos a la vez.

―¡Papá! ¡Papá! ―exclamó Fuyumi, siendo la primera en llegar.

―¿Qué sucede? ―preguntó Endeavor, su voz grave debido al esfuerzo.

Natsuo, sin aliento por la carrera, soltó―. Queremos ir con mamá a ver a los abuelos. ¿Podemos? ¿Por favor?

Endeavor parpadeó, confundido―. ¿Abuelos? ¿De qué están hablando?

Fuyumi infló las mejillas ante la confusión de su padre y Natsuo se cruzó de brazos, Shōto, con su calma característica, explicó―. Los padres de Mami. Ella va a visitarlos y queremos ir también.

La confusión de Endeavor se profundizó. ¿Estaban hablando sobre acompañar a Iwamori a su casa, verdad? La idea lo tomó por sorpresa.

―¿Por qué quieren ir? ―preguntó, su tono igual de tosco que lo habitual.

Fuyumi respondió con entusiasmo―. ¡Porque hace tiempo que no los vemos! Además, el abuelo Isshin es muy gracioso.

Natsuo se acercó vigorosamente―. ¡Y el tío Kei hace los mejores dulces!

Endeavor miró a sus hijos, notando la emoción en sus ojos. Luego, su mirada se dirigió hacia el corredor, donde podía ver a Ruri observando la escena desde la lejanía, una mezcla de nerviosismo y esperanza en su rostro.

Después de un momento de reflexión, Endeavor avanza lentamente―. Está bien, pueden ir. Pero solo si Iwamori está de acuerdo y no tiene problemas con llevarlos.