Días Tormentosos - Capítulo II: Eternidad hostil

650 95 60
                                    

Febrero - 22 años

El sol apenas se asomaba en el horizonte cuando Ruri se encontró frente a la puerta del estudio de Enji Todoroki. Respiró hondo, intentando calmar los nervios que le revolvían el estómago. Sabía que la conversación que estaba a punto de tener no sería fácil, pero era necesaria.

Con determinación, llamó a la puerta.

—Adelante —resonó la voz grave de Enji desde el interior.

Ruri entró, cerrando suavemente la puerta tras de sí. Enji estaba sentado detrás de su imponente escritorio, revisando unos documentos. Levantó la mirada brevemente, sus ojos recorriendo el nuevo aspecto de Ruri. Su largo cabello, que antes caía hasta su cintura, ahora apenas caía bajo sus hombros. Un flequillo recién cortado ocultaba su frente, enmarcando su rostro de una manera diferente. Enji no hizo ningún comentario, pero su mirada se detuvo un momento más de lo habitual en ella antes de volver a sus papeles.

—Todoroki-san —comenzó Ruri, su voz firme a pesar de su nerviosismo, inconscientemente tocando las puntas de su cabello recién cortado—, me gustaría hablar con usted sobre... Bueno, lo sucedido ayer. Sobre el quirk de Shōto.

Enji finalmente alzó la vista, sus ojos fríos clavándose en ella—. ¿Qué hay que hablar? El entrenamiento comenzará hoy.

Ruri se acercó un poco más al escritorio—. Señor, con todo respeto, creo que deberíamos reconsiderar el enfoque. Shōto es muy joven y...

—Es la edad perfecta para comenzar —interrumpió Enji, su voz cortante—. Cuanto antes empiece, más fuerte será.

—Pero, señor —insistió Ruri —el despertar de un quirk puede ser emocionalmente abrumador para un niño. Shōto necesita tiempo para adaptarse, para entender sus poderes. Forzarlo podría ser contraproducente.

Enji se puso de pie, su imponente figura proyectando una sombra sobre Ruri—. ¿Y qué sabes tú sobre el desarrollo de quirks poderosos? Eres una simple niñera, Ruri. No tienes idea de lo que Shōto está destinado a ser.

Ruri sintió que se le encogía el corazón, pero se mantuvo firme—. Tal vez no sepa sobre quirks poderosos, Todoroki-san, pero sé sobre niños. Conozco a Shōto. Él necesita apoyo emocional, no solo entrenamiento físico.

Enji frunció el ceño, una chispa de irritación atravesando sus ojos—. Tú no entiendes. Este no es un quirk común. Shōto... —su voz se suavizó por un momento, casi con reverencia—, Shōto está destinado a la grandeza. Tiene el potencial para superar no solo a mí, sino que podría llegar a la cima. No permitiré que tu sentimentalismo obstaculice su progreso.

Ruri sintió que se le helaba la sangre. La forma en que Enji hablaba de Shōto, como si fuera una herramienta para sus ambiciones más que un niño... Era aterrador.

—¿Y qué hay de Fuyumi y Natsuo? —preguntó Ruri, mirando a los otros niños que parecían encogerse ante la mención de sus nombres—. Ellos también necesitan a su padre. Todos sus hijos merecen su amor y atención, no solo Shōto.

Por un momento, algo pareció atravesar el rostro de Enji. Una sombra de duda, quizás incluso de culpa. Pero tan rápido como apareció, aquella vulnerabilidad se desvaneció del rostro de Enji, reemplazada por su habitual máscara de determinación.

—Mis otros hijos tienen sus propios caminos —dijo Enji, su voz más baja, pero no menos dura—. Shōto es diferente. Él tiene el potencial para superar a All Might, y me aseguraré de que lo logre.

Ruri sintió que se le encogía el corazón—. ¿Pero a qué costo, Todoroki-san? ¿Vale la pena sacrificar la felicidad y la infancia de Shōto por esa ambición?

Determinación familiar ◆ Endeavor x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora