Capítulo 15

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La voz del Uchiha le causó un escalofrío al Uzumaki, un leve sonrojo se marcó en sus mejillas -bien, es hora, vayamos -asintieron corriendo con velocidad, Naruto se mantenía tras el Uchiha, Sakura y Shikamaru seguían al chico con velocidad -Naruto, recuerdo que podías sentir el chakra a largas distancias, ¿podrías apoyarnos? -el rubio asintió a comadreja con velocidad sin hablar, Sakura y el Nara lo vieron con duda, se veía tenso, el chakra amarillo rodeó sus ojos, sus azules cambiaron a rendijas, giró con velocidad su mirada -hacia el este a un día de aquí, siento su chakra desaparecer, entraron a una barrera -asintieron, cambiaron la dirección y aumentaron su velocidad.

Itachi veía al rubio con cuidado con el rabillo del ojo, apretó el ceño con duda tratando de definir a Narumi en él, sus onix se abrieron de golpe al sentir una ventizca, el aroma a vainilla llegó hasta él, levantó su mano con ansiedad sobando su cuello, ¿estaba imaginando cosas o por fin había encontrado a su Narumi?, se puso nervioso, no podía dejar de verlo a pesar de estar con la guardia alta en la misión.

Naruto podía sentir su mirada, era demasiado intensa, todo el camino la había sentido, era difícil ignorar sus onix, mordió sus labios con miedo, tal vez debía estar preparado, lo había engañado con su identidad, aún recordaba cómo lo había buscado, tal vez lo había reconocido, sin poder evitarlo sus azules giraron conectando con los onix, giró con velocidad al frente, pero era obvio cómo se habían cristalizado, podía sentir que estaba por llorar de miedo, no quería ser descubierto, no quería ser expuesto, le había costado mucho trabajo avanzar después de su boda, aún recordaba la depresión en la que se sumergió, se dió cuenta que en una noche se había enamorado como un idiota y él lo había arruinado todo con su inmadurez, otra vez dándose mucho crédito, no arruinó nada porqué no hubo nada, quería golpearse, si se había casado es porque quería a su esposa, debía grabarse nuevamente eso en la cabeza. Itachi se dió cuenta de su mirada, se veía cristalina, nerviosa, ansiosa, justo después de verlo a los ojos, llevaban horas corriendo -acamparemos aquí, mañana continuaremos, ya tenemos la ubicación -asintieron.

Naruto con velocidad armó su casa de campaña al igual que el resto, sacó vasitos de ramen -Naruto basta, traigo barras de alimento, el ramen nos hace bastante daño -el rubio levantó un puchero -no puedes hacerme esto Sakura-chan, ¿estás de mi lado vago? -Shikamaru sonrió -yo tampoco quiero barras Sakura, no se pongan fastidiosos, pondré el agua -Itachi prendía el fuego con calma observando con disimulo al chico -ya está el fuego -Shikamaru asintió, Naruto entregó un vasito a cada uno, cuando se lo dió al Uchiha sintió el leve roce de sus dedos, se puso aún más nervioso -sólo espero que mi sobrina no coma sólo ramen, iré a vigilarte, me pones nerviosa, a Sasuke le dará un infarto si te descubre-

Itachi levantó una ceja con sorpresa, no recordaba que el rubio tuviera hija, abrió sus ónix al hacer memoria, la pequeña azabache, Sayuri, recordó que su hermano les comentó que la mamá de la niña lo había abandonado hace algunos años, apretó el ceño con duda, fue pocos meses después de lo sucedido -¿Cómo se atreven?, mi Sayuri-chan ama las verduras y las frutas, el ramen es para el fin de semana y las misiones ttebayo, además… -levantó un puchero -no le gusta mucho -se tiró en el pasto dramático haciendo reír a sus amigos -bueno, Sayuri-chan debe tener algún gusto distinto, el sabor del ramen es algo fuerte para ella, los tomates que le regala Sasuke le gustan-

Itachi los escuchó con sorpresa, su hermano no regalaba sus tomates, debía tener bastante aprecio a la pequeña; comenzó a recordar las facciones de la niña, mordió su mejilla con duda, ahora entendía por qué sus grandes gemas llamaban su atención -le gustan demasiado los dulces, no puede ver puesto de mochis o de dangos porque no la puedo sacar tan fácil del lugar, es tan difícil ttebayo, ya tendrán a sus hijos y entenderán -Sakura sonrió con cariño -haz cambiado demasiado, me alegra que Sayuri-chan haya llegado a tu vida, te ves distinto desde que ella apareció -Shikamaru asintió -hubo un tiempo que era difícil encontrarte después de la guerra rubio -Naruto se puso nervioso, sus gemas giraron con velocidad hacia el Uchiha y regresaron a su plato. Itachi vió esa acción y relacionó su plática, en ese tiempo el rubio trabajaba en los bares como segundo empleo, comenzaba a confirmar su teoría -haré la primer ronda, ya terminé ttebayo -el pequeño guardó su basura, salió con velocidad -lo raro no se le quita, ya no se puede hacer nada -el Nara negó con diversión a su amiga recogiendo mientras fumaba tranquilamente su cigarro. Itachi recogió su parte, desapareció del lugar con velocidad.

Naruto estaba sentado en una roca a la orilla del río, mordió sus labios con ansiedad, lanzó una piedra hacia el agua con fastidio -cuánto tiempo sin vernos Naruto -el rubio se puso rígido al escuchar esa grave voz, asintió lentamente -sí, creo desde la guerra, ¿no es así? -sonrió forzado viendo con el filo de su mirada al Uchiha salir detrás de un árbol, Itachi giró su máscara lentamente mostrando su rostro, sus onix veían con seriedad al chico frente al río, era obvio que esquivaba su mirada -tal vez un poco después, recuerdo que la última vez que te ví fue en aquella habitación de hotel, te hacías llamar Narumi -Naruto se puso nervioso -creo que me confundes ttebayo -el rubio se estiró nervioso para relajarse, recargando sus brazos atrás en las rocas.

Itachi lo observó con cuidado, negó con una leve sonrisa, lo había encontrado, podía usar maquillaje, ocultar sus marcas, cambiar su actitud y voz, peinar distinto y hacer ver sus ojos más grandes, pero había algo que lo atraía a él desde que lo vió hace unas horas, además de ese hermoso lunar en su abdomen y su delicioso aroma; con seriedad, algo de molestia y diversión se colocó en cuclillas a su lado, susurró -te escondiste hábilmente de mí durante estos años, te aprovechaste de que había tomado bastante para esconder los detalles como tu chakra y esencia, pero tus hermosos ojos, ese hermoso lunar en tu abdomen y tu delicioso aroma a vainilla te delatan descaradamente hermoso-

Naruto abrió sus gemas bastante, un gran sonrojo cubrió sus mejillas, no quería verlo a los ojos o se delataría, apretó el ceño -ya te dije que no sé de qué hablas, no deberías decirme esas cosas y llamarme así, estás casado hasta donde recuerdo -Naruto no había reparado en que había sonado a reproche lo que dijo, su ceño se había marcado con molestia, Itachi sonrió ligero al darse cuenta -veo que te molesta mi matrimonio y no precisamente que te llame hermoso o te alague -el Uzumaki giró su rostro con sorpresa, los onix lo veían de cerca, su corazón palpitaba con fuerza al reparar en la distancia mínima entre ambos, el habla se le había ido por completo.

-Veamos hasta cuánto aguantas negándolo, te encontré y no estoy dispuesto a dejarte escapar nuevamente -Itachi se levantó con descaro acomodando su cabello con soberbia, caminó alejándose del río; Naruto lo veía aún sin poder calmar su corazón, cerró sus ojos tratando de respirar y controlarse -rubio, te estás durmiendo, ve a descansar, qué fastidio problemático -el Uzumaki asintió nervioso, se levantó, con velocidad entró a su tienda. Itachi sonrió al verlo de esa forma, al parecer tenía efecto sobre él, sentía un poco de esperanza para él y su vida, debería estar molesto, pero no podía enojarse cuando por fin lo encontró.

Una noche (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora