Cuidando de ti.

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Día 1: Beso en la frente.

Cuando Twilight entró por el umbral de la puerta y la vió a ella sentada en el piso, con la cabeza apoyada en los cojines y Anya acostada en el sofá aún en pijama y con las mejillas sonrojadas, no pudo evitar que su corazón se contrajera en su pecho.

Por la madrugada, Anya entró a su habitación muy adolorida y ardiendo en fiebre, Yor se puso de pie inmediatamente, ella buscó las medicinas y él fue en busca de algo para bajar la fiebre. Ambos se quedaron hasta muy temprano en la mañana cuidando de Anya en su habitación, Yor consiguió permiso para faltar a su trabajo, pero él fue llamado para una misión y las dejo; con Anya enferma y a una Yor cansada por cuidar de su hija toda la madrugada. Se sentía mal por dejarlas, pero se dijo a sí mismo que mientras más antes terminara la misión, más antes podría volver con ellas.

Por lo que no fue una sorpresa verlas a ambas en la sala durmiendo con todo un desastre a su alrededor; las cortinas cerradas, la televisión prendida y una alfombra de productos para el resfriado de Anya. Entre pañuelos, medicinas, pedazos de tela mojados, entre otras cosas.

Con cuidado cerró la puerta, caminó a su habitación, tendió la cama, limpió un poco y luego fue a la cocina, prendió la estufa para preparar algo rápido y volvió con ellas a la sala de estar.

Se arrodilló en el piso, midió la temperatura de Anya con el dorso de su mano sobre su frente sudada, ella aún tenía fiebre pero en definitiva era mucho menos que en la madrugada, la cubrió con la manta suavemente evitando que se despertara. 

Volteó la mirada a Yor, su boca ligeramente abierta, un resoplido suave salía de sus labios y sus párpados se movían indicando que ella estaba en un profundo sueño. Sin embargo, no quería dejarla en el piso, era frío y probablemente ella ya esté contagiada de lo que sea que tenga Anya.

—Yor —susurró suavemente ahuecando su mejilla con la palma de su mano.

Ella frunció el ceño, bostezo estriado las extremidades, sus ojos se abrieron suavemente, vio primero a Anya y luego a su esposo.

—Loid... Llegaste, lo siento por el desorden yo...

—Tranquila, amor —susurró apoyando la frente contra la de Yor.

Ella estaba empezando a tener fiebre, sintió el calor sofocante de su piel contra la suya. 

—No, tú fuiste a trabajar y yo tengo un desorden en tu casa, yo debería...

—Yor, tranquila, ya ordene la habitación ve y recuéstate en la cama, estás empezando a estar resfriada ahora yo me ocuparé de Anya y de ti —aseguró Loid, acariciando su mejilla con el pulgar.

Se alejó de ella un poco, acarició su cabello negro como la noche, le acomodó el vestido rojo de mangas largas y pegado a sus curvas que estaba usando. 

—No me siento mal, puedo ayudarte con la cena y con el orden aquí, con Anya o...

—Si no vas a la cama por tu cuenta, te voy a cargar —advirtió él mirándola a través de los ojos.

—Pero hay muchas cosas que hacer aquí, no quiero cargarlo todo a ti —agregó ella, aún con la voz apagada.

Loid rodó los ojos, suspiró pesado y se puso de pie, pasó un brazo por debajo de su espalda y otra por debajo de sus rodillas cargándola en sus brazos estilo nupcial, ella lo golpeó en el hombro con la mano derecha. 

—Bájame, puedo ayudarte todavía... ¡Loid Forger, bajame! —ordenó.

Sin embargo, a él no le importó, la llevó por el pasillo hasta la cama, donde la dejó con cuidado sobre las sábanas, le quitó los zapatos, la diadema del cabello mientras ella batalla con él.

Twiyor Month.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora