Solo tuyo.

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Día 2 Seducción.

Loid tiene un hombro apoyado en la pared del pasillo que va a la puerta principal, pero su atención está dirigida a la cocina, donde está Yor. La luz del sol entrá por las ventanas de piso a techo, creando un entorno cálido y reconfortante, las partículas vuelan por el aire. Pero la vista de Loid está completa y perdida en su hermosa esposa.

Su cabello está recogido en un moño en lo alto de su cabeza, con unos cuantos mechones de cabello fuera, su espalda escotada muestra su piel y la fina línea de su espalda. Ella tenía puesto un vestido blanco floreado cuyos estampados son rojos, y está descalza. Es verano por lo que realmente, está en la cocina sirviendo el helado para ella y para él.

Desde donde está Loid, parece que ella flotará en el lugar, sus movimientos son delicados y suaves, ni siquiera hace ruido al caminar, es una belleza para sus ojos incluso de espaldas. No sabe cuánto tiempo ha estado ahí, simplemente admirando a su bella esposa.

Sus ojos no pueden dejar de admirarla. Aunque siente que si sigue así la va a poner completamente incómoda. Después de su separación momentánea porque ambos tenían que pensar las cosas, su relación ha estado avanzando despacio. Incluso Loid vivía en otro departamento no muy lejos del de su familia, lo único que quiere Loid es que Yor vuelva a confiar en él, por lo que están en el ritmo de Yor, que es suave y seguro. Loid pregunta cada movimiento que hace para asegurarse que ella esté segura.

—¿Puedo besarte?

—¿Está bien si me quedo hoy?

—¿Podemos compartir cama, Yor?

—¿Te sientes bien con esto?

A veces pensaba que, Yor merecía algo mejor que él. Pero no podía olvidarla. Había intentando estar lejos de ella, de ellas. Lo único que logró fue que todos sufrieran ese periodo de tiempo. Pero ahí estaban. Nuevamente, enamorando como si fueran adolescentes.

Esta vez se acercó a ella con movimiento suaves, ella noto su presencia pero la ignoró a propósito, aún así fue una sorpresa para ella que Loid pusiera una mano en su estómago, aplanando su mano completamente en ese lugar, la atrajo a su cuerpo, la espalda de ella chocando contra su pecho, Yor se sonrojó, pero se relajó con su toque.

—¿Puedo besarte en el cuello? —murmuró, presionando sus labios contra su oreja.

La corriente eléctrica sacudió a Yor. Ella inclinó su cabeza a ese costado por las cosquillas que le ocasionó.

—Deja que sirva todo primero o haré un desastre —comentó con una melodiosa risa detrás.
—¿Sabías que eres hermosa? —restregó la punta de su nariz contra su oreja.

Ella se rió a carcajadas por la sensación en su piel. Sus brazos se movieron y por poco echa el helado si es que no fuera que Loid movió sus manos de su cintura a los platos.

—Me gusta lo nerviosa que te pones, amor —plantó un beso en su mejilla y se retiró de detrás de ella—. Pero no quiero ordenar ni limpiar en mi tiempo contigo.

Yor volteó la mirada sobre su hombro, toda ella contrastada con la luz que le daba por la espalda. Sus ojos rojos brillaban con intensidad mientras sus pupilas se dilataban.

—Ten —extendió un plato para él, quién lo tomó apoyando su cadera en el mesón.
—No respondiste mi pregunta, sabes que eres hermosa ¿verdad? —preguntó él.

Yor tomó su plato, bajo la cabeza con la sonrisa amplia en sus labios, mejillas sonrojadas.

—Me lo dices seguido, creo que puedo estar creyendo que es verdad —respondió suavemente.
—Lo eres, Yor. Físicamente y emocionalmente... por dentro y por fuera, te amo —aseguró Loid.

Ella levantó la cabeza, pero aún no lo miro, estaba tan avergonzada que no encontraba la fuerza para poder mirarlo. Sus músculos temblaban, su corazón latía con fuerza y estaba segura que él escuchaba sus latidos desde ahí.

—Estás muy romántico, ¿pasa algo de lo que no me he enterado? —preguntó, tomando un bocado del helado.

Loid negó con la cabeza.

—No quiero perder un momento más contigo, yo casi te pierdo —habló—. Y si me hubiera ido, jamás hubiera podido decirte lo hermosa que eres, lo mucho que estoy enamorado de ti... cómo haces que mi mundo sea de rosas cuando estoy a tu lado. Solo es eso Yor, por favor quiero que me pares si me sobrepasó. Pero cuando te veo... quisiera besarte a toda ti.

Yor se sonrojó, su cara parecía una remolacha. Loid se rió por la reacción en ella.

Loid dejó de lado el plato, dio un paso largo para quedar justo a su lado, tomó su plato y lo dejó en el mesón, luego sujeto la primera mano que encontró, la hizo dar una vuelta para que quedara frente a él.

—Te amo Yor Briar...
—Es Forger, recuerdas —Yor susurró presionando la palma de sus manos en su pecho.

Se sujeto de sus hombros para pararse en la punta de sus pies, la punta de su nariz chocó con la suya hasta que se puso a lado de la de él, Loid la sujetó por la cintura deslizando la palma de su mano una por su espalda y la otra por su costado hasta la parte posterior de su muslo expuesto.

—Estamos haciendo esto de nuevo. Eres Yor Briar, cambiaremos el apellido de la familia... Forger es una mentira y tú y yo ya no somos una mentira —aseguró.
—¿En serio? —preguntó ella, sorprendida.
—Lo digo en serio. No somos una mentira nunca más. Te amo —sentenció él.
—Yo también te amo.

Yor estrelló sus labios contra los de Loid, quién devolvió con la misma energía sus movimientos, sus labios moviéndose sobre los de ella, mientras que hizo que la pierna derecha de ella subiera a su costado, hasta que ella envolvió sus piernas en su cadera, Loid la llevo al frente, ella sentada en el mesón, y cabeza chocó suavemente contra las repisas, pero no importaba. Más que sus labios sobre los de él intentando dominar el beso.

—Debemos aprovechar que Anya no llegará hasta mañana por la tarde —susurró Loid bajando sus labios por su mandíbula a su cuello.

Ella jadeó pesado, pasando sus dedos por su cabello haciendo un desastre con sus mechones rubios, levantó la cabeza para darle más acceso a su piel.

—¿Pero aquí? —ella habló entre jadeos.

Loid seguía besando su piel, bajando más por en medio de sus senos, descubriendo la tela de ella para liberar piel.

—Si quieres te llevo a la cama, amor.
—Cama, por favor...

Loid subió sus labios nuevamente por el mismo trayecto, hasta que llegó a sus labios, ambos se besaron mientras Loid la cargaba a cuestas para llevarla a su habitación.

Twiyor Month.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora