Día 18: Garden AU.
Entrenar al nuevo, debe ser de las cosas más entretenidas de sus cortos veinticuatro años de su vida.
Twilight es el nuevo recluta de Garden para ser asesino. Su jefe mandó a Yor a entrenarlo y que sea su supervisor. Pero el
En el interior del centro de entrenamiento, la luz artificial iluminaba la sala, mientras la poca luz del sol entraba por las ventanas cubiertas con cortinas.
-Atacame, Twilight, la agilidad es clave en nuestro trabajo -dijo Yor con voz firme.
Poniéndose de pie nuevamente, pensó que ella sería suave con él, ya que accidentalmente le había dejado un ojo morado la última vez. Estaba seguro de que no haría nada que lo lastimara, pero estaba equivocado. Thorn Princess se tomaba en serio su trabajo de entrenarlo.
-Concéntrate, Twilight -advirtió Yor.
-Cállate y atácame tú a mí; yo te esquivaré -contestó con el mismo tono de voz que ella.Ambos asesinos se posicionaron de nuevo, sus miradas fijas en el otro. Por un fugaz momento, la intensidad del entrenamiento cedió ante la distracción, cuando él se perdió en la belleza de sus ojos. Sin embargo, el puño de ella acercándose a su rostro lo devolvió a la realidad. El contacto fue inevitable, su puño rozó el pómulo de él, quien, con una hábil agachada en el último segundo, evitó un golpe directo.
Ambos giraron, volviendo a enfrentarse con la misma intensidad en la posición defensiva. Ella, desconcertada por su ágil esquiva, buscó entender cómo él había logrado evadir su ataque.
-Te dije. Estaba calentando -dijo él con una sonrisa egocéntrica en su rostro.
Una rodada de ojos acompañó la respuesta, señal de su irritación evidente de parte de ella.
-Cállate -exclamó ella, desafiante.
Analizando estrategias, ella consideró cómo superar a Twilight y obligarlo a realizar movimientos adicionales para evitar sus golpes. Con determinación, ella se abalanzó nuevamente, esta vez con una velocidad aumentada. Pero él estaba preparado.
Él se agachó y extendió los brazos, capturándola por la cintura. El impulso de su ataque conjunto los llevó a ambos directamente a la lona del suelo del campo de entrenamiento, ella se cayó sobre él.
Twilight acostado en el piso boca arriba con ella en su pecho su rostro a unos pocos centímetros del suyo, las manos de ella en sus hombros. Conmocionada por el golpe que recibió en el mentón al momento de caer.
Con el corazón palpitando en su pecho, se encontró con sus hermosos ojos, orbes rojos y grandes brillando solo para él.
-¿Estás bien? -preguntó.
Empezó a sangrar del labio inferior al costado izquierdo. Ella se tocó el labio y vio la mancha de sangre en su dedo. Abrió los ojos y la boca de sorpresa.
-Felicidades... Nadie me había sacado una gota de sangre -comentó.
-Lo siento...Antes de que pudiera disculparse más, él suavemente ahuecó su mejilla, una mano enguantada chocando contra su piel fría. Cerró los ojos en un intento de alejarse del momento, pero la presencia de él inundaba sus sentidos. Su pulgar limpió delicadamente la sangre de su labio, y ella se inclinó hacia su toque involuntariamente.
La tensión entre ellos era palpable desde el primer día que se conocieron, desde el primer momento en que comenzaron a entrenar y siempre encontraban la manera de que uno intimidara al otro. A propósito o no. En este momento, no podía decidir si era o no a propósito.
Ella simplemente se inclinó más hacia él, Twilight también acercó su rostro lentamente a él. Sin embargo se detuvieron abruptamente cuando sus labios se rozaron.
-¿Estás segura que quieres esto, princesa? -murmuró.
-No me llames princesa.Ella estrelló sus labios contra los de él, quién la sujetó por la cintura y los volteó de un solo movimiento en seco, ahora ella descansaba debajo de él. Ella jadeó en sus labios pero él no se detuvo. Simplemente atrapó más los labios de ella entre los suyos, ambos reclamando los labios del otro como suyos.
Sus labios se movían en armonía, explorando un territorio recién descubierto. La sangre en el labio de ella se mezclaba simbólicamente con la intensidad de la situación. Las manos de Twilight exploraban con determinación, mientras ella respondía con un deseo.
Él separó sus labios de ella para bajar por su mandíbula y cuello expuestos por la blusa que llevaba puesta.
-Esto no debería estar sucediendo -murmuró ella, pero sus ojos brillaban con deseo.
-¿Y eso qué? ¿Te da miedo que nos descubran? -preguntó besando su piel.Ella jadeó y enredó los dedos en su cabello rubio.
-No. Habló de todo. No deberíamos besarnos. Somos compañeros... Esto no...
-Shh, no me importa si eres mi entrenadora... Me gustas, Yor -la llamó por su nombre.Dejó de besar su piel y sus rostro subió al de ella para mirarse directamente. Ella solo se concentró en sus pupilas dilatadas, que ya las tenía así cuando entrenaban. Estaba segura de que sus ojos estaban de la misma manera.
-¿No estás intentando seducirme y luego apuñalarme por la espalda, Twilight?
-Loid... Dime, Loid -corrigió.
-¿No intentas engañarme? -cuestionó con miedo.Sabía que si se enamoraba de él. No habría vuelta atrás.
Él negó con la cabeza de inmediato.-No. Me gustas Yor -aseguró.
Ella asintió con la cabeza y sus labios se volvieron a juntar, está vez con un poco más de calma, ahora sintiendo la textura de los labios del otro, concentrándose e intentando entender que en realidad, estaban besando a quien querían y que correspondía el sentimiento.
-Pero si nos ven aquí besándonos de esta manera, te aseguro que tendremos problemas -murmuró Yor.
Loid gruñó y rodó los ojos con evidente irritación. Odiaba que ella tuviera razón.
-¿Tú casa o la mía? -preguntó él.
-La tuya, debes tener más espacio que yo, además Yuri sigue ahí.Se levantaron del suelo, recuperando la compostura mientras el eco de sus emociones quedaba suspendido en el aire. Yor miró a Loid con determinación.
-Vamos a mantener esto en secreto. No podemos arriesgarnos a que descubran nuestra conexión. No sé qué consecuencias tendría para ambos -añadió ella.
-Lo que tú digas. Princesa.Ella lo golpeó en el brazo.
-No me digas princesa.
ESTÁS LEYENDO
Twiyor Month.
FanfikceLoid es quien se enamoró mucho más fuerte y profundo de su esposa.