Twiyor Month.

Se siente como si solo volviéramos hacia atrás.

Día 15 Roles Invertidos.

—Entonces... eres una espía —declaró Loid por ella.

Yor se dió la vuelta y sintió cómo su corazón se fue al piso viendo a su marido falso parado justo detrás de ella, en su traje verde pero con expresión fría y distante sobre ella.

—¿Qué haces aquí? ¿cómo sabes que soy espía? —preguntó ella, intentando mantener sus emociones en su pecho, que no fueran reflejadas en su voz.

Él se encogió de hombros y guardó su pistola en su traje verde.

—Yo fui quien preguntó primero, ¿Eres o no una espía? —inquirió.

Yor cerró los ojos evitando verlo, sentir esa mirada fría sobre ella, ya se odiaba a sí misma lo suficiente como para ver esa mirada en la persona que ella más amaba, junto con Anya.

—Sí... Loid, yo puedo explicarlo....

—No, no me interesa escuchar otra cosa que no sea lo que pregunte —cortó su habla, aun evitando gritar—. Anya. ¿Ella es tu verdadera hija? ¿Quién es ella y tú?

—No, Anya no tiene nada que ver conmigo, ella es solo una niña... ella

—¿Es o no es tu hija biológica, estuviste o no casada antes? —bufó soltando una risa suave—. ¿Yor es tu verdadero nombre?

—No, Anya no es mía, no estuve casada pero ese si es mi verdadero nombre, lo juro...

—¿Cómo se supone que le crea a una mentirosa profesional?

—¿Entonces por qué haces tantas preguntas si no me vas a creer? —gritó desesperada.

Sólo entonces pudo subir la mirada a él, encontrando no solo un rostro sin expresión, si no a él apuntándole con un arma directo a su cabeza. Su corazón dolió, sus extremidades temblaron y sus ojos lanzaron lágrimas.

—¿Por qué? ¿por qué adoptar a una niña y casarte conmigo? ¿Cuál es tu misión? Habla... —exigió.

Los ojos azules que una vez la miraban con amor mientras la besaban ahora solo podían verla con desprecio.

—Loid... —ella intentó extender los brazos y tocarlo pero él solo la apuntó con la pistola.

Su piel tocó el metal frío y las lágrimas se deslizaron por su rostro.

—¡Habla!

—Es conocer a Donovand Desmond... solo puedo llegar a él mediante el colegio de Anya... Loid, por favor, deja de apuntarme...

Sin embargo él no se movió ni un solo centímetro de ella, su rostro intentó permanecer lo menos inexpresivo posible, pero ella podía leer perfectamente sus ojos, que pasaban de mirarla con desprecio a la decepción y de esta a la ira y otra vez a la tristeza.

—¿Tú que eres, Loid Forger?

—Nada comparado contigo, Thorn Princess. Yo no mentí sobre quién era, ni de dónde venía... todo de mí es verdad, solo oculte este trabajo...

Al ver que él no iba a revelar nada sobre su trabajo, le tocó a Yor analizarlo de pies a cabeza, no podía ser de la policía secreta, a ellos les faltaba mucha información para estar cerca de descubrirlos, solo existía una posibilidad más.

—¿También eres espía? —preguntó con la voz rota.

Él se rió en respuesta y negó con la cabeza.

—No, no...

—Eres asesino —respondió por él.

—¿Esto significo algo para ti? o solo fuimos parte de tu misión desde un principio

—No. no fue así. Desde que adopté a Anya sabía que esto iba a ser difícil para mí no encariñarme con ella o contigo... Loid, te amo y lo dije...

—Detente.

Loid presiono él arma más contra la coronilla de la mujer, pero finalmente soltó la presión sobre ella dejando ir el aire de sus pulmones como si todo este tiempo lo hubiera estado manteniendo.

—No digas que me amas, sabes que es una mentira...

—Es verdad, te amo, amo a Anya y a Bond... Loid, por favor creeme.

Ella tomó un paso largo para tomar su mano que sostenía el arma, sin embargo cuando su piel hizo contacto con la de él, él se apartó como si ella quemará, lo que envió un dolor sordo a su pecho y su cabeza solo podía repetir.

"Lo arruine"

—Aléjate de mí, mentirosa. Tus palabras ya no significan nada para mí, yo ya no puedo creerte, Yor. ¿Qué pasaba por tu cabeza cuando decias que me amabas?

Yor negó con la cabeza alejándose solo unos pocos metros de él mientras se limpiaba las lágrimas que mancharon todo su rostro, mientras más intentaba hacer contacto con él, Loid parecía resistirse más. No podía culparlo, si fuera al revés, ella lo trataria peor.

—Lo peor de todo... es que incluso ahora encontraría la manera de perdonarte... pero no lo haré. Lo máximo que puedo hacer, es fingir que te mate, pero tendrás que alejarte de mí y de Anya el resto de tu vida... mi misión es matarte —murmuró.

Ahora ni siquiera podía verla.

—Adelante, matame —Yor tomó su brazo y se apuntó a sí misma con el arma.

Loid apuntó con firmeza hacia Yor, sus ojos reflejando una mezcla de emociones. Sin embargo, en lugar de disparar directamente, el sonido de tres disparos resonó a su lado. Yor sintió el viento de las balas rozar su piel, pero no la alcanzaron.

—No puedo matarte, Yor, pero si vuelvo a verte, no puedo garantizar lo mismo —declaró Loid, guardando su arma.

Yor se quedó paralizada por un momento, el alivio y el temor luchando en su interior. Mientras miraba los agujeros de bala en la pared cercana, comprendió la gravedad de la situación.

—Loid, por favor, déjame explicarte. Hay razones detrás de todo esto que ni siquiera puedes imaginar.

—No quiero escuchar más mentiras. No sé si puedo volver a confiar en ti. —La voz de Loid sonaba cargada de dolor y traición.

—Te amo de verdad, Loid. Siempre ha sido real.

Él la miró con escepticismo, pero algo en sus ojos mostraba una pequeña grieta en su armadura emocional.

—Vete, Yor. Desaparece de mi vida y de la de Anya. No puedo soportar verte ahora.

Yor asintió con tristeza, sintiendo que la distancia entre ellos se volvía insuperable. Mientras se alejaba, las lágrimas seguían fluyendo y la promesa de no volver a ver a la persona que amaba se volvía una carga insoportable.