Tuya.

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Tuya.

Día 27: NSFW +18.

—Cásate conmigo... En verdad está vez, Yor —dijo él mirándola a los ojos.

La mujer sonrió, las lágrimas se desbordaron por fin de sus ojos y asintió con la cabeza eufóricamente.
Twilight a este punto sentía que todo el alcohol de su sistema se había esfumado en el aire.

—Necesito escucharlo, Yor... Por favor, dilo —suplicó él.
—Sí, sí quiero casarme contigo —respondió.

Twilight, con su pulgar separó los labios de Yor, presionó sus labios cuidadosamente contra los de ella, esperando que ella contestara a sus acciones, Yor deslizó las manos por su hombros hasta enredar sus dedos en su cabello rubio y tirar de él, para que sus labios se presionaron contra los de él. Besando esos labios que sabían a alcohol, pero que no le importaba porque había escuchado lo que quería. Twilight presionó la carne de la curva de Yor intensificando el besó cuando la arrinconó a un poste de luz. Sus labios continuaron besándose mientras ella enredaba sus dedos en su pelo y él acariciaba sus curvas.

—Loid... Tenemos que ir con Anya, a casa —ella pudo hablar cuando los labios de Twilight se deslizaron por su cuello.
—Puedo llamar a Franky para que la cuide... Solo quiero estar contigo hoy... Yor.

Sus labios dejaban besos húmedos por su piel de porcelana, sacando suspiros de ella.

—Por favor... Yor —suplicó.

Yor sonrió con las mejillas sonrojadas. Esta sensación era nueva. Sentir que alguien te necesitaba, románticamente. Cómo ella podría decirle que no cuando el hombre que ama le está suplicando con esos ojos azules que le encanta, con su voz áspera que ella sabe que no puede ignorar.

—Llama a Franky —sugirió.
—Hecho, mi amor.

Dejó un beso fugaz en sus labios. Antes de separarse de ella, arreglando su suéter rojo con las manos, cubrió sus muslos, arregló su cabello negro, tomó su mano y la arrastro con él por un teléfono, al llegar a una cabina, él engancho la mano en su cintura y la atrapó a un costado de su cuerpo. Ella dejó un beso en su mejilla y sus manos acariciaron su cabello rubio.
Loid marcó el número de Franky mientras tanto.

—¿Franky? ¿puedes ir a cuidar de Anya toda la noche? —dijo él.

Yor escucho a Franky protestar al otro lado del teléfono, lo que sacó una risa y Loid sonrió al verla. Su sonrisa era lo más hermoso que él podía ver.

—Te pagaré, sabes que lo haré... Solo ve con Anya y duerme en el sofá.
—¡Como sea! Espero que te diviertas con Yor. ¡Me debes dinero, Loid! —Franky gritó al otro lado de la línea.

Loid se rió a carcajadas. Luego colgó el teléfono sin decir nada más.

—¿Sí lo hará? —preguntó Yor conectando su mirada con la de él.
—Sí. Ahora ven, vámonos.

Loid tomó la mano de Yor, entrelazó los dedos con los de ella y caminaron por la plaza.

—¿A dónde iremos? —preguntó ella.

Loid miró a Yor con una sonrisa traviesa, mientras continuaban caminando juntos por la plaza, respondió.

—Te llevaré a un lugar especial donde podamos disfrutar de esta noche juntos sin interrupciones —llevó su mano a sus labios y dejó un beso contra sus nudillos.

Sus ojos azules brillaban de emoción mientras se perdían en los de Yor y su corazón latía más rápido que nunca.
No estaba esperando que buscarlo los llevaría a este momento, que le propusiera matrimonio, que sus verdaderos sentimientos salieran a la luz, que estén caminando con rumbo a algún lugar en el que pasarían la noche. Ella solo quería saber si él estaba bien y ahora se dirigía a un hotel de la mano de él.

Twiyor Month.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora