La mano de Harry chocó contra la suya mientras subían la escalera; en cualquier otro momento y con cualquier otra persona, podía haber llegado a creerse que era un roce casual. Pero notaba su piel ardiendo contra sus nudillos, y le vio flexionar la mano disimuladamente. Hizo lo posible por contener una sonrisa, y no fue suficiente.
Harry abrió la puerta de su apartamento antes de que pudiera decir nada; lo observó expectante.
—Buenas noch... —empezó a decir antes de que él lo arrastrara dentro.
Harry cerró la puerta tras él. Lo empujó hasta que su espalda tocó la pared y avanzó un paso para colocarse entre sus piernas. Sus labios estaban contra los suyos antes de que pudiera respirar; lo hizo contra ellos, sorprendido, pero se fundió en sus brazos cuando lo besó, lento y profundo, y hundió los dedos en los músculos de sus hombros, por fin. Harry lo sostenía entero contra la pared, cálido y sólido, y sus pensamientos estaban viajando a terrenos peligrosos otra vez. Soltó el aire.
Rozó su labio inferior con un pulgar en cuanto se separaron.
—¿Tenías ganas de hacer eso? —retó en un murmullo.
—Quédate aquí —susurró él con la voz áspera—. Quédate a dormir.
Sonrió.
—No he dormido en mi buhardilla en mucho tiempo —fingió protestar, pero tuvo que contener una sonrisa mientras lo hacía. Sabía lo mucho que le había costado decirlo en voz alta.
—Por favor. —Su voz grave siempre parecía acariciarlo, si tan sólo pudiera sentirlo en la piel de su pecho con los dedos...
Se frenó. Dio una bocanada de aire.
Me quedaré, intentó decir, pero tenía un nudo en la garganta y no se había dado cuenta. Tragó despacio, avergonzado.
—Ya sé que no podemos... —Su voz vaciló, pero siguió al cabo de un segundo—. ...hacer nada. Pero quiero que te quedes.
Puso la yema de un dedo sobre su boca apretada.
—Voy a quedarme —aseguró en un murmullo, y ya no estaba tan seguro de referirse sólo a dormir—. Me encanta dormir contigo. Me encanta estar aquí.
Harry soltó el aire al fin. No dijo más, pero el silencio entre ellos era cómodo y elástico como el aire templado que respiraban. Delineó su ceño fruncido con un dedo hasta hacerlo desaparecer.
—¿Me dejas una camiseta? —murmuró.
—No tengo ninguna sin estrenar.
Puso los ojos en blanco.
—No la quiero sin estrenar —respondió, y él se alejó con expresión satisfecha.
Se puso la camiseta que le ofreció aún sonriendo. Le quedaba grande y las costuras estaban tan gastadas que dudaba que fuese a durar la noche entera de una sola pieza.
—Necesitas bajar al pueblo a por más ropa —dijo en voz alta.
—¿No te gusta?
Rio.
—No es una cuestión de moda. Es una cuestión de supervivencia. —Se giró para dedicarle una sonrisa de suficiencia. Harry estaba inmóvil en el umbral del baño; tenía las pupilas dilatadas y los labios entreabiertos, y lo oyó exhalar.
—¿...Qué? —murmuró.
Él bajó la mirada. Sacudió la cabeza.
—¿Qué... vas a hacer mañana? —su voz sonó sin aliento. Louis dudó.
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Country roads
FanfictionLouis está listo para dejarlo todo atrás. Su trabajo, su casa, la vida que conoce y las luces de Nueva York desaparecen lentamente en el horizonte. Al otro lado de la carretera lo espera Texas, con un cielo infinito, un rancho lleno de hermanos Sty...