꧁ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 18 ꧂

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Draco Malfoy había estado en el mundo muggle contadas veces, aunque cierta parte de él le parecía interesante jamás se había adentrado en exceso, sabía que era peligroso. Así que aquella era su primera vez en una casa muggle.

Granger los había llevado hasta su pequeña y extrañamente acogedora casa en el mundo muggle. No había nadie ahí y sin embargo se sentía un ambiente cálido.

—Mis padres están fuera por el fin de semana, estaremos bien aquí— él no dijo nada. Dejó que ella lo llevara por los pequeños pasillos hasta una habitación en el fondo.

Supo de inmediato que esa era su habitación y si no estuviese tan mareado se habría detenido a contemplar los detalles con más atención, logró ver libreros llenos de libros y decoración ordenada, habían muchas velas aromáticas por todos lados, aún cuando estaban apagadas se podía sentir la esencia de la canela en el aire. Ella no encendió la luz porque sabía que le lastimaría los ojos con ella, solo lo ayudó a llegar hasta la pequeña cama en el centro en donde él finalmente se recostó. Le quitó los zapatos y le puso una manta sobre los pies.

Él la observó mientras se movía por toda la habitación y buscaba algo en los cajones, cuando terminó agitó su varita y encendió todas las velas de la habitación, una ligera iluminación llenó el lugar y el aroma a canela se extendió. De alguna forma aquello lo hizo sentir relajado.

Dejó que ella trabajara a su lado con todas las hierbas posibles que pudo encontrar, fue sumamente relajante verla hacerlo, los pequeños ruidos de las hojas secas y como cortaba o molía, la combinación de aromas y los movimientos de sus pequeñas manos lo adormecieron. No quería cerrar sus ojos, quería seguir viéndola, pero se sentía realmente cansado.

Supo que se había quedado dormido cuando ella lo despertó unas horas más tarde para darle algo de beber y comer. Empezó a sentirse mejor por mucho, tanto que cuando ella encendió la luz sus ojos no dolían.

Gracias a ello pudo ver que las paredes eran de un beige bastante claro, de las esquinas caían ramas de las plantas que estaban en la pared, algunas enredadas entre luces hechas con magia que simulaban ser una luciérnaga. Ella tenía su ropa organizada por color, todos los muebles eran del color de la madera clara y el piso de un café oscuro, definitivamente se veía como algo que Hermione Granger había decorado.

—¿Te sientes mejor?— le preguntó por la mañana desde el sofá que estaba en una esquina.

—¿Dormiste en ese sofá?— Se sintió terrible de pensar que se había quedado dormido y la había dejado dormir en ese lugar. Ella levantó los hombros restándole importancia —Debiste dormir aquí.

—La cama es muy pequeña, quería que descansaras bien.

La cama era realmente pequeña para dos personas, pero no la habría dejado dormir en ese sofá de no haber estado tan mal.

Ella estaba usando una pijama de pantalones afelpados y un suéter rojo bastante grande, su cabello estaba atado en una trenza y a pesar de las ojeras bajo sus ojos él pensó que se veía hermosa.

Últimamente pensaba que se veía hermosa, que era hermosa. Siempre lo había notado, tenía una belleza clásica que no pasaba desapercibida, de no ser por que era nacida de muggles habría admitido desde hace mucho que Hermione Granger era realmente linda.

No sabía como actuar con ella después de la noche anterior, nadie lo había visto en un momento tan vulnerable y aunque hubiese preferido que ella jamás lo hubiese visto se sentía tranquilo estando a su cuidado.

Dejó que ella lo llevara a la cocina para comer algo y así poder darle más hierbas, la observo cocinar en silencio. Desde su lugar en la mesita del centro se tomó un rato para observar la casa, era realmente pequeña comparada con la casa en la que él vivía, pero por mucho él habría preferido vivir en algo así antes que en aquella enorme mansión que cada día parecía más un calabozo que un hogar.

Someone you loved  •DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora