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De acuerdo. Las cosas entre ellos estaban estancadas en sólo amigos, y eso apestaba, enserio. Beomgyu se esforzaba en dejarle claro a Yeonjun que algo más que una amistad estaba sucediendo entre ellos... y sí, ¿quizá era la diferencia de edades? ¿Quizá era que ambos eran hombres? ¿Quizá era porque Yeonjun no se sentía atraído hacia su de alguna manera infantil pero ya varonil físico?

Maldita sea.

Había empezado con los abrazos y Yeonjun no había dicho nada negativo al respecto. Incluso cuando Beomgyu sabía que Yeonjun era un hombre de Nada-De-Abrazos porque al parecer le reducía su hombría. Ah, y también porque los abrazos estaban en su lista de cosas que lo ponían incómodo. Y esa lista era enorme.

Esa inacabable lista incluía las miradas que duraban más de lo que era necesario. Cuando sus piernas entraban en contacto al estar sentados el uno al lado del otro. Cuando Beomgyu se acercaba demasiado a su rostro. Cuando Beomgyu tocaba su brazo. Cuando Beomgyu le sonreía sin razón aparente. Cuando Beomgyu se acostaba a su lado y lo abrazaba. Cuando Beomgyu se acostaba a su lado, lo abrazaba y pasaba una pierna por su torso. Cuando Beomgyu jugaba con su nariz. Cuando Beomgyu estaba ahí. Cuando Beomgyu respiraba. Cuando Beomgyu parpadeaba. De acuerdo, lo último no estaba en su lista pero últimamente Yeonjun sacaba a relucir su tic de incomodidad cuando Beomgyu hacía absolutamente nada fuera de lo normal.

Yeonjun se empezaba a rascar los brazos cuando estaba incómodo. Yeonjun se mordía los labios cuando quería decir algo pero no estaba seguro de decirlo. Los tics de Yeonjun eran fáciles de notar, pero difíciles de digerir. ¿Qué se suponía que debía hacer Beomgyu cuando Yeonjun estuviera incomodo tocando su mano o recibiendo un abrazo? ¿Qué podía hacer para remediarlo?

Usualmente remediaba las cosas yéndose. Pero irse de pronto ya no fue una opción.

Yeonjun empezó a comer cada vez menos. Yeonjun empezó a bajar más de peso. Yeonjun empezó a perder sentido del humor por el dolor de sus huesos. Yeonjun empezó a tener menos ganas de levantarse de la cama. Yeonjun siempre estaba temblando. Yeonjun de repente empezó a ser sincero.

Y eso, de alguna manera, fue el principio del fin de todo.

yellow light - yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora