Yeonjun empezó a abrazarlo con frecuencia, algo que Beomgyu jamás pensó poder presenciar. Porque pfft... ¿Yeonjun dando abrazos tan fácil como lo era el hecho de respirar? Nop. No sonaba como algo que pudiera pasar en esa vida. Quizá en otra, cuando Beomgyu fuera un indigente en otro país y Yeonju fuera un atractivo turista con tendencia a darle amor a los más necesitados. Pero no. Wow. Choi Yeonjun, alias no-se-me-da-bien-esa-cosa-de-abrazar de repente encontraba preciso prenderse de su cuerpo y besar su mejilla y cuello. Todo el tiempo.
A Beomgyu le gustaba que Yeonjun fuera amoroso. Le encantaba, por supuesto. Pero le encantaría aún más si su novio no estuviera enfermo y no existiera la posibilidad de que Yeonjun le diera todos esos abrazos y besitos como una manera de decir "adiós, Beomgyu, te voy a extrañar".
No.
Era muy pronto para que Yeonjun se estuviera despidiendo, ¿verdad? Aún le faltaba ser medicado con más quimioterapia y pastillas y otras cosas. Cuando recién había conocido a Yeonjun sólo iba a citas que consistían en hacerle chequeos.
Cuando dejó de verlo fue cuando entró a lo que a Beomgyu le gustaba llamar "muerte lenta".
Beomgyu a veces no entendía por qué los enfermos de cáncer accedían a que les inyectaran algo tan peligroso y mortal como la enfermedad en sí. Estaban tan desesperados por seguir vivos que preferían pasar meses (tal vez años y no precisamente consecutivos) sin cabello, débiles, enfermos y con dolor, cuando existía más o menos un 10% de probabilidad de que vencieran el cáncer. Oh, y sí que podían "vencerlo" pero no les daban la garantía de que no volvería a reaparecer con el tiempo.
¿Qué era la injusticia? ...Algo que no era justo, seguro.
Beomgyu tenía otra definición. La injusticia era cuando te enfermabas de algo tan serio como el cáncer a tus míseros dieciocho años y no tenías el apoyo de tu familia ni tenías la certeza de casarte y tener hijos y ver a tus hijos crecer o convertirte a ti mismo en un artista amado y admirado por las masas. La injusticia era cuando tenías el cerebro de un artista y tenías en cuenta que no tendrías tiempo para demostrarlo.
La injusticia era cuando tu vida estaba tan hecha trizas que creías que todo se pondría bien porque te habías enamorado del hombre al que le gustaba perderse. Pero enamorarse del hombre al que le gustaba perderse era algo bueno, porque al menos ya era otra cabeza y otro mundo que te apoyaba y te daba besos delicados en tu cuello y te abrazaba fuerte y te susurraba cosas al oído, quizá canciones que él mismo había inventado. Canciones que hablaban sobre lo mucho que le gustaba el olor de tu cuerpo, o lo hermosa que le parecía tu sonrisa.
La injusticia era cuando todo estaba tan perfecto en tu vida que olvidabas que tu novio tenía cáncer.
La injusticia era cuando la vida te abofeteaba con amor.
Era como que, hey, Beomgyu. ¡Bang! Ahí te va Choi Yeonjun, es un muchacho que tiene un corazón de oro y no se lo está pasando muy bien en estos momentos. ¿Qué te parece si le das la oportunidad de conocerte? Vamos, será divertido. Si le hablas te enamorarás de él. Será hermoso pero te va a doler. Además tiene algo así como ¿...una fecha de caducidad? Sí... te hará feliz durante un par de meses, quizá años si tienes suerte. Pero luego te lo vamos a quitar. Y ya no lo podrás ver nunca. Jamás. Así que disfrútalo, ¿eh?
Maldita injusticia.
Maldito amor.
Maldita vida.
Maldito todo.

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yellow light - yeongyu
Fiksi RemajaDonde Beomgyu y Yeonjun se conocen en un hospital. Esta historia no me pertenece, es una adaptación, todos los créditos a @mafesponja en AO3. • esta historia incluye contenido delicado, si eres sensible a alguno de estos temas, leer bajo tu respons...