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Yeonjun había cumplido años en el hospital, y eso en sí ya era malo. Pero lo más malo había sido que les habían prohibido visitarlo. Yoona había regresado a su casa y por su parte Beomgyu había decidido no dejar de ir al hospital, aun así supiera que ni haciéndole un masaje de pies a una de las enfermeras lo dejarían entrar. Beomgyu simplemente no concebía la idea de no estar allí cuando... bueno... cuando Yeonjun muriera. Beomgyu había apreciado el hecho de que Yeonjun le hubiera hablado sobre la charla con Yoona, pero lo que ocupaba su mente era la cruda verdad respecto al crudo posible desenlace de Yeonjun.

Yeonjun le tenía miedo a la muerte.

Y oh, Dios, no. Beomgyu lloraba mucho a causa de eso. En el hospital al menos se contenía las lágrimas al ver a un montón de gente en sus mismas condiciones, pero, ¿en su departamento? Esa era otra historia.

Cuando llegaba a darse una ducha rápida, veía su cama y se acostaba un par de segundos y enseguida se encontraba apretando las mantas con sus dedos, lleno de dolor y preocupación.

Minjeong le había comentado que estaba perdiendo peso, y Beomgyu no se sorprendió. Había conocido a Yeonjun en agosto y había dejado de saber de él a principios de octubre y entonces su mamá había muerto en noviembre y no había vuelto a saber de Yeonjun hasta enero.

Llevaba saliendo con Yeonjun muy poco tiempo.

Demasiado poco tiempo.

¿Por qué la vida era así? ¿Siempre era así de injusta? ¿Con todos? Hm.

En realidad ya casi nunca tenía apetito. ¿Qué era la comida de todos modos? ¿Por qué diablos tendría que preocuparse por comer cuando su novio estaba muriéndose?

Había leído en algún lado que pensar constantemente en problemas sin solución que por lo general te destrozaban el alma era una dieta más eficaz que los platillos saludables o el ejercicio. Como sea, Beomgyu cada vez pensaba más en contactar a su padre.

Lo necesitaba.

Lo necesitaba a él. Quería pedirle su compañía y quizá un abrazo. Tal vez dos, o tres, o más. Beomgyu necesitaba desesperadamente que alguien lo rodeara con sus brazos y le susurrara al oído que todo saldría bien.

yellow light - yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora