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Yeonjun no se mudó al departamento de Beomgyu. Nada salió como Beomgyu había planeado en realidad, pero al menos todo aún estaba en una línea segura.

La quimioterapia estaba funcionando. Y Yeonjun no se estaba consumiendo con la velocidad que Beomgyu había temido. Su mamá se había apagado con rapidez, pero Beomgyu suponía que con ella había sido de esa manera porque era mayor que Yeonjun, y porque era mujer. Las mujeres eran frágiles. Yeonjun tenía de su lado la juventud, y aunque nunca lo había mencionado, Beomgyu sabía que también ayudaba el hecho de que Yeonjun no quisiera dejar sola a su mamá. Después de todo su otro hijo había fallecido y no contaba con el apoyo de su esposo.

¿Qué sería de Yoona si Yeonjun moría? ¿Se volvería loca como el padre de Beomgyu? ¿Se suicidaría?

Dios mío.

Los pensamientos de Beomgyu habían cambiado. Antes no pensaba en cosas sombrías. Ahora se le hacía imposible pensar en cosas bonitas. Aun cuando estaba con Yeonjun con su cabeza apoyada en su pecho, escuchando los latidos de su corazón, en lo único que pensaba era en la muerte.

yellow light - yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora