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Intentó actuar como si no supiera nada. Si Yeonjun no le hablaba sobre su enfermedad era porque a) le daba vergüenza, b) todavía no lo aceptaba y c) como muchas cosas en su vida, le incomodaba.

Beomgyu agradeció saber de antemano qué terreno pisaba con Yeonjun. Así al menos no se confundía cuando lo veía débil y temblando. Así al menos tenía la certeza de que Yeonjun mentía cuando le decía que sólo estaba resfriado.

No podía pedir horas libres, pero ya había dejado de trabajar en sus días de descanso. Estaba preocupado por Yeonjun. Sí, Yeonjun era un año mayor que él. Tenía dieciocho, seguro. Pero su madre era una drogadicta egoísta y nunca estaba ahí para cuidar a Yeonjun. Además ahora que Beomgyu sabía lo que pasaba con Yeonjun, lo veía más pequeño, en existencia y presencia. Más frágil. Con más tendencia a quebrarse.

De alguna manera se sentía responsable. Quería estar con Yeonjun y poner su mano en su espalda para que supiera que no estaba solo.

A Yeonjun le tomó tiempo para decirle a Beomgyu que tenía algo más que un resfriado. Se rehusaba a que saliera de su boca la palabra "cáncer", pero fue claro en dejarlo entredicho.

Beomgyu tenía las cosas controladas. Tenía tiempo para trabajar, tiempo para cuidar a su hermana y tiempo para visitar a Yeonjun. Las horas se reducían a minutos pero Beomgyu se conformaba con eso.

Le gustaba saber que Yeonjun todavía estaba ahí.

Que su corazón todavía seguía latiendo.

yellow light - yeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora