|Cambios|

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Kazumi se encontraba en estos momentos en las oficionas Kambe; después de su visita en los dormitorios de la UA, se despidió de su hermano y junto con su amigo y secretaria se fueron a su casa para poder dejar a la pelirosa.

—Llegaste muy temprano— comentaba Daisuke entrando en su oficina con un café en la mano.

—Shinobu-san tenía cita con el doctor temprano, asi que me dejo aquí antes de irse— después del atentado de secuestro por parte del gefe de las empresas Aoi, Shinobu resulto herida después de proteger el edficio donde se encontraba la chica.

—Recuerdo que me habia comentado algo Sutcliff— mencionaba mientras tomaba asiento en su lugar y enfrente de él se encontraba una de las personas más importantes para él —¿Ya desayunaste?— la menor de ambos asintió —¿Gustas algo de tomar?— volvió a asentir —¿Lo de siempre?— cuando la pelirosa nuevamente asintió, Daisuke tomo el teléfono de su oficina y le dijo a su nueva asistente "Traeme la bebida de Bakugo" y sin más colgó.

—Recuerdo que me habia comentado algo Sutcliff— mencionaba mientras tomaba asiento en su lugar y enfrente de él se encontraba una de las personas más importantes para él —¿Ya desayunaste?— la menor de ambos asintió —¿Gustas algo de tomar?— volvió ...

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Una vez que Kazumi tenía su habitual leche de fresas que solo tomaba cuando estaba en la empresa, el pelinegro empezó a hablar.

—¿Sabes por qué te cité?— la pelirosa negó con su taza en sus manos —Mira, ahora que se hizo público que eres pariente del estudiante de herósmo Katsuki Bakugo tenemos que tomar ciertas precauciones—

—¿Por qué?— preguntaba totalmente confundida la menor; en estos momentos Daisuke lamentaba de darle el día libre a la secretaria de la chica.

Suspiro y trato de no decir las cosas muy bruscamente —Mira Kazumi— la pelirosa sabía que lo que iba a decir el pelinegro era muy importante porque solo le llama por su nombre en situaciones específicas —Tú hermano esta constantemente en peligro debido a su futura profesión, cómo la vez que fue secuestrado— aquellas palabras hicieron que la ojirubí dejara la taza en la mesa de cristal para no tirarla, por el miedo de recordar aquel suceso.


💥

Todo era un caos en la casa Bakugo aquella noche; Masaru se encontraba abranzando a su desconsolada esposa que lloraba en su hombro ante la noticia que su primogenito fue secuestrado, todo esto siendo observado por una Kazumi tratando de ser tranquilizada por una impactada peliroja.

TEA: Kᴀᴛsᴜᴋɪ's Sɪsᴛᴇʀ 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora