SECRETO DE AMOR, leo san juan

mía

1950, Puebla, México

Como cada mañana, una joven Gloria Cortés estaba preparándose para ir a la escuela.

Su hora de entrada era a las siete de la mañana, pero ella había estado despierta desde las cinco, todo para arreglarse y verse lo suficientemente bonita para el muchacho que le gustaba.

En su escuela había un chico, Mateo, iba en su salón exactamente. A Gloria le gustaba desde el primer día que piso aquel bachillerato, y ya aún en el último año, a punto de terminar su escuela, él le seguía gustando.

Pero que mala suerte que ella no le gustaba a él.

─Ya estoy lista. ─fue a la cocina donde estaba su familia.

─¿No crees que te maquillas mucho? ─le dijo su hermano menor, ernesto.

─A ti que te importa, tú no me compras mi maquillaje.

─Pero yo sí. ─intervino su papá. ─¿Quieres andar llamando la atención de los hombres? Ya sabes cómo son, Gloria, nomás se te quedan viendo ¿Crees que no me he dado cuenta? Y todo porque con esa ropa y con ese maquillaje, ni siquiera pareces una niña de diecisiete años.

─Pues porque ya no soy una niña, papá.

─Pues seas o no seas, los imbéciles de tus amigos se imaginan miles de cosas cuando te ven.

─Ay Jorge, no es para tanto. ─su esposa trató de calmar el momento tenso. ─Gloria se ve bonita, a cualquier muchachita le gusta verse bonita.

─Verse bonita. ─repitió irónicamente. ─Pues ella en lugar de verse bonita se ve-

─Ay si papá, lo que tú digas, ya tengo que irme a la escuela que se me hace tarde. ─agarró su mochila. ─Los veo al rato.

Era cierto lo que el padre de Gloria le decía, que llamaba la atención de los hombres, además de que vivía en un barrio donde había una cantina y siempre había borrachos. Pero al llegar a la escuela era igual, no era la gran belleza, al menos ella así se sentía.