leo

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Despertaron tarde al día siguiente

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Despertaron tarde al día siguiente. Leo aún seguía dormido entre las piernas de Gloria, abrazado de su cintura.

Fue el primero de los dos que despertó, en cuanto lo hizo, empezó a dejarle besos suaves por su cara, hasta que ella también se despertó.

─Buenos días mi reina... ¿Que tal dormiste?

─Leo...  ─murmuró. ─Bien... creo.

─¿por qué "crees"?

─Es que... yo creo que tú sabes muy bien a lo que me refiero.

─¿es por lo de tu madre, no?

─¿Y tú qué crees?

─Ay Gloria, no me digas que ya estás enojada. ─se separó de ella y se acostó al lado, con su nuca recostada sobre sus manos, rodando sus ojos. ─Tan bien que estábamos ya.

─¿Te parece bien? ─alzó su voz. ─¿Te parece bien que mi madre esté sufriendo?.. pero claro, no es algo que a ti te importe porque ni siquiera es tu madre o algún familiar tuyo.

─Pues sí.

─¿Que sentirías... que sentirías tú si en lugar que sea mi mamá la que está muriendo, sea tu abuela?

leo se tensó un poco. ─Pues eso ya no se puede porque ya está muerta.

─¿Y si sí se pudiera? O tu hermano... o esta chica que te gustaba cuando eras un niño; Xochitl.

Su cabeza dió vueltas cuando escuchó aquel nombre que no escuchaba desde hace décadas. Su corazón también latió rápido y su respiración se aceleró. ¿Cómo fue que se puso tan débil al escuchar su nombre otra vez?

─Ya cállate Gloria, dices puras tonterías.

─No, no me callo porque es la verdad. ─al ver que leo no le hacía caso, se acercó más a él para seguirlo molestando. ─Tú no entiendes, la rabia y la importancia que yo siento al-

─Ajá, ahorita bien brava ¿verdad? ¿pero que tal anoche? ¿te tengo que estar cogiendo todo el tiempo para que estés de buen humor?

─No... ─bajó el tono de su voz. ─Yo no quiero...

─Porque para eso te traje Gloria.

─¿Que...? Tú me dijiste que te gustaba verdad. Y ahora me das a entender que no te sirvo para nada más que para follar.

él le sonrió. ─Sí sí, también me gustas... ─se acercó a su cara y puso su dedo índice sobre sus labios, indicándole que guardara silencio. ─Pero me gustaría aún más, si te quedaras siempre bien calladita y no hagas más de lo que te toca. ─gloria quitó su mano con brusquedad. ─Mi Gloria, tan chula cuando se enoja. ─le dió un beso corto en su boca. ─Hay que bajar a desayunar, hoy sí estaré aquí contigo. ─se levantó de la cama para ir al baño a cepillarse los dientes.

SECRETO DE AMOR, leo san juan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora