Era conciente de que estaba conteniendo un poco la respiración, y que ni siquiera era capaz de cruzar mirada con la persona a su lado. Las calles parecia muy animada para no ser un fin de semana o viernes por la noche, había ruidos por aquí y por allá y a Mew, le resultaba más interesante contemplar los personas que transitaban por esos lados.
– ¿Como estas? – pregunto la mujer la fin.
– Se puede decir que estoy bien – logró responder Mew con un poco de dificultad. De pronto sentía una opresión en el pecho que comenzaba a dolerle – Tu, ¿como estas?.
– También bien – dijo ella.
La marea fluia a su alrededor, la brisa cálida y una mezcla de emociones que los hundieron una vez más en un silencio que ninguno fue capaz de romper tan repentinamente.
– Perdoname – entonces fue Nora quien termino con ese silencio entre los dos – En verdad lamento haberme ido, creo que solo quise huir de mi propio dolor por perder a mi hermano que no pensé en el tuyo.
Mew hubiera preferido hablar de cualquier tema menos el de Jack, pero sabía que la repentina vuelta de Nora no era porque extrañara su país natal. Lo último que supo de la mujer era que se había mudado a los Estados Unidos dispuesta a comenzar de nuevo, lejos de todos los doloroso recuerdos que solo encontraría aquí. Nora y Jack habían sido muy unidos, se criaron desde muy pequeños con una tía ante la pérdidas temprana de sus padres, siempre trataron de apoyarse en el otro y cuando ella cayó en cuenta que también le tocaría perder a su hermano menor, eso la había devastado.
La verdad es que no la culpaba por nada, nunca fue capaz de hacerlo, porque después de todo, se trataba de su hermano.
– No tienes que pedir perdón – esta vez Mew la miro y trató de darle una sonrisa conciliadora – Estoy feliz de saber que estas bien, ¿vas a quedarte?
– Solo estoy de paso, pero el principal motivo del porque estoy aquí, es por ti – le dijo ella y su mano tomó la prenda de su abrigo, apretandolo con fuerza – En verdad quería venir antes, pero no podía, no tuve el valor de hacerlo.. Yo, crei que estarías enojado conmigo por irme sin decir nada y ni siquiera contestar ninguna de tus llamadas, incluso leí tus mensajes pero fui egoísta y..
– Esta bien – Mew la abrazo y un suspiro apagado escapo de su boca – No estoy enojado contigo, ¿como estarlo?. Todo es parte del pasado, jamás pensaria que eres egoísta, se trato de tu dolor también, no pidas disculpas.
– Es que no fui justa, nosotros éramos amigos también, pudimos apoyarnos, pero yo hui, te deje solo en esto – de apoco las lágrimas fueron cayendo, marchando la camisa de Mew a su paso – Fui la peor de las amigas contigo...en verdad lo siento.
Mew negó con la cabeza. No iba a negar que fue un poco impactante volver a verla, pero entonces los recuerdos de sus momentos juntos llegaron uno a uno y fue suficiente para despejar esa molestia que no sabía que sentía. Mientras acariciaba su larga cabellera, recordó de pronto como Nora solía decir lo mucho que le fastidiaba el cabello largo, mismo motivo por el cual siempre lo llevaba corto por encima del hombro.
– Te dejaste crecer el cabello – comentó Mew sin dejar de abrazarla – Me gusta como te queda.
– Jack siempre decia que le gustaría que lo tuviera así, porque resalta más mi rostro – mencionó ella – La verdad es que no me gusta, pero no quiero cortarlo.
Mew asintió, la apartó de su cuerpo y le pico la nariz como cuando eran jóvenes.
– ¿Estas mejor? – pregunto.
Nora asintió, su mirada yendo más allá, donde ese joven que conocio minutos atrás seguía obervadolos con cierta curiosidad.
– Así que.. Pudiste hacerlo – Nora limpio el resto de sus lágrimas y sonrió, tan dulcemente que le derritió el alma. Si me gustaran las mujeres, ten por seguro que serias la única en mi corazón, recordó haberle dicho Mew en algún momento del pasado.
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Inesperado
RomanceEn ocasiones, el amor se encuentra en las personas menos esperadas. - MewGulf