Examiné mi reflejo en el espejo con el ceño fruncido. No sabía quién me estaba devolviendo la mirada, pero estaba segura que no era yo. Tal vez fuera una "yo" de otro multiverso, como en los de Marvel. Una réplica mía a la que los vestidos le sentaban divinamente y parecía una barbie. Desde luego: nada parecida a mi "yo" de este universo.
El vestido negro que Noelia me había prestado contrastaba de manera impresionante con mi cabello rojo suelto, y se ajustaba perfectamente a mis curvas. Para rematar, mi mejor amiga me había dejado uno de sus pintalabios "matahombres" –como a ella le gustaba llamar a sus pintalabios favoritos– que conjuntaba con el color de mi cabello, que era de un color rojo vivo.
En resumen: aunque parecía una modelo sacada de alguna revista, no me sentía yo misma. Además, el vestido era tan apretado que tenía miedo de que en cualquier momento me rompiera una costilla. Sé que era físicamente improbable, pero... como se suele decir: nada es imposible.
Intenté ajustar el vestido, bajando el tejido un poco para que tapara más mis piernas, que parecían totalmente desnudas.
–¿Estás segura de que no se me ve el culo por detrás?
Noelia me miró con una sonrisa traviesa.
–Segurísima. Y si se ve, que disfruten las vistas.
Rebufé, sintiéndome aún más insegura.
–Siento como si este vestido se fuera a caer en cualquier momento. No sé por qué no puedo ir con una de mis camisetas.
Noelia puso los ojos en blanco.
–Beth, no puedes ir a una fiesta con camisetas de frases estúpidas.
Fruncí el ceño.
–¿Qué tienen de malo mis camisetas?
–Que son un poco... infantiles.
–Mis camisetas no son infantiles.
Noelia alzó una ceja inquisitiva.
–¿Ah, no? –negué con la cabeza, tozuda–. ¿Y cómo defines tú la camiseta esa de color negro que pone "yo no ronco, solo sueño que soy una moto"?
–Pues la defino como la mejor camiseta del mundo –Noelia alzó una ceja inquisitiva–. ¿Qué? Es divertida y original. Me encantan las camisetas con frases.
Noelia negó con la cabeza: pareció darse cuenta que yo no tenía remedio, porque no siguió con la discusión. Aproveché la oportunidad para observarla detenidamente. Estaba impresionante con su vestido de encaje negro, manteniendo su estilo gótico característico. Aunque no lo admitiría en voz alta, tenía que reconocer que tenía razón. Esta noche no era una noche cualquiera... y aunque echaría de menos mi camiseta de frases, un día era un día. Y más si podía pasarle la mano por la cara a mi arrogante vecino.
–Admito que me gusta el vestido –comenté, mientras me miraba por octava vez en el espejo–. Pero sigo sin entender lo de mis camisetas.
Noelia se rió.
–No puedes ir con tus super camisetas por una sencilla razón: porque no es una fiesta de pijamas. Es una fiesta en un barco, un barco de lujo. Y, además, ¿cuándo fue la última vez que te viste tan glamurosa?
–Probablemente nunca –admití–. Pero si alguien me hace algún comentario sobre mi atuendo, te culparé.
Noelia me sonrió con cariño y me colocó un mechón de pelo rebelde detrás de mi oreja.
–Beth, estás preciosa. Nadie va a decirte ningún comentario sobre ti salvo decirte que eres la chica más guapa de toda la fiesta.
Miré a Noelia con cariño y agradecí sus palabras. La puerta de la habitación se abrió de golpe, y Martín entró en la habitación con una sonrisa en el rostro.
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ENTRE LAS PÁGINAS DE LA NERD | DISPONIBLE EN FÍSICO
RomancePara ella, él fue su primer amor, ahora es su peor enemigo. Para él, ella es la única que consigue bajarle las defensas. Elizabeth lleva la pagina más importante de cotilleos de la universidad Hallax. David Hunter es uno de los misterios más inter...