*Esta es la versión no corregida e incompleta de la historia. Si no quieres esperar a las actualizaciones, puedes comprar el libro en físico a través del link de mi perfil*
Estaba sumergida en las páginas de mi libro, disfrutando del silencio de mi casa y del aroma del té recién hecho que descansaba en la mesa junto a mi. El mundo exterior parecía haberse desvanecido, y todo lo que importaba era la historia que se desarrollaba ante mis ojos. Eso era lo que me gustaba de leer: la capacidad de viajar a otros mundos sin desplazarte del tuyo. Era una sensación increíble.
Sin embargo, ese momento de paz fue interrumpido por el insistente timbre de la puerta. Fruncí el ceño, preguntándome quién podría ser. No esperaba a nadie. Pero cuando el timbre sonó por segunda vez, supe exactamente quién estaba al otro lado.
"Increíble, David ya está aquí", pensé, rodando los ojos. Cuando le convenía, David era especialmente molesto. Sobretodo cuando se trataba de llamar al timbre de mi casa sin ningún tipo de contexto. Y, al parecer, hoy era uno de esos días, especialmente cuando eso implicaba trabajar juntos en el final del proyecto, lo cual parecía fascinarle. Solo había un motivo por el que era así: el pasatiempo que David encontraba más divertido era molestarme.
Con un suspiro resignado, marqué la página del libro y me levanté para abrir la puerta. Bajé las escaleras, cogí el pomo y... allí estaba mi enemigo infernal, mi grano en el culo, mi antítesis... con su sonrisa torcida y su cabello despeinado por el viento del atardecer.
—¿Qué diablos haces aquí? —preguntÉ, fulminándolo con la mirada—. Son casi las ocho de la noche.
David se encogió de hombros con aire despreocupado.
—Vengo a recoger a la bella princesa para una excursión nocturna.
—Ni en un millón de años. Además, habíamos quedado para mañana.
David se inclinó hacia adelante, su sonrisa creciendo aún más.
—Ah, pero ahora es el mejor momento para ver a las tortugas. Lo tengo todo planeado.
Miré al techo, exasperada.
—¿Qué he hecho yo para merecer esto?
David se rió, notando mi frustración.
—Vamos, empollona. Será divertido. Además, seguro que estabas leyendo uno de tus libros aburridos. Vengo a salvarte la noche.
—¿A salvarme la noche o a amargármela?
David alzó una ceja.
—A mejorarla.
Hice una mueca de disgusto, aunque algo dentro de mí –algo que no quería aceptar– aún recordaba la última noche hacía un par de días, cuando habíamos estado juntos en su casa y Julie nos había interrumpido antes de que... ¿Antes de qué, exactamente? ¿Antes de que David me besara? Aquello sonaba tan estúpido como si alguien dijera que los cerdos volaban.
Sí, sonaba estúpido, pero... ¿podría haber sido real? ¿Yo quería que hubiera sido real? Me mordí el labio, nerviosa.
—Parece que alguien está emocionada de verme.
Rodé los ojos.
—No te ilusiones. Solo quiero terminar este trabajo y seguir con mi vida.
David soltó una risita que resonó en el pasillo.
—He encontrado el lugar perfecto para observar a las tortugas. Para que luego digas que no me involucro en este trabajo.
Fruncí el ceño, curiosa.
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ENTRE LAS PÁGINAS DE LA NERD | DISPONIBLE EN FÍSICO
RomancePara ella, él fue su primer amor, ahora es su peor enemigo. Para él, ella es la única que consigue bajarle las defensas. Elizabeth lleva la pagina más importante de cotilleos de la universidad Hallax. David Hunter es uno de los misterios más inter...