Obligaciones de princesa 14

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OBLIGACIONES DE PRINCESA

De Siddharta Creed

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Capítulo 14

Una nube de polvo cubrió el cráter donde el príncipe yacía, de no ser por su ki, Anthon no tendría conocimiento de su ubicación, hacia donde se dirigió empuñando ambas manos, no lo dejaría reponerse, el odio controlaba todos sus movimientos.

—¡¡¡PAGARAS POR TODO!!! ¡¡¡DEMONIO DEFORME!!! —gritó colérico contra su rival, después de golpearlo contra las rocas, alejándose lo suficiente para lanzarle repetidos ataques de energía, los cuales no dieron con su blanco, pues el heredero levitó, una vez que salió de su sorpresa inicial.

De nuevo se lanzó contra él, dispuesto a arrancarle la cabeza a golpes, siendo repelido esta vez, e incluso recibiendo uno que otro puñetazo, que apenas sintió gracias a su poderosa armadura.

—Ejecutar C13 —ordenó Anthon a la inteligencia artificial de la armadura, colocándose en posición de pelea, la misma que utilizaban el príncipe y el rey.

Con arrogancia, observó al príncipe acomodarse un mechón de cabello detrás de la oreja. Sus golpes no le habían dolido, su armadura podía resistir mucho más, estaba seguro de eso.

De nuevo, se dirigió hacia el príncipe, preparando un gancho que no logró llegar a su objetivo, gracias a que Pan irrumpió desviándolo.

Apenas pudo reconocerla con el cabello dorado y los ojos en un azul verdoso. Era la primera vez que la veía transformada.

—¿También me llamarás fenómeno?

La imagen de su amiga lo perturbó por un breve instante. Sabía cómo se veía un súper saiyajin, pero no se comparaban las descripciones de terceros, con ver dicha transformación y sentir su energía en vivo. Porque a pesar de que utilizaba un sensor de energía para detectarla, en esta ocasión podía percibirla, erizándole los vellos de los brazos.

—Es cierto entonces —murmuró. En el fondo nunca quiso creer que Pan poseía dicha transformación, sabía que podía heredar fuerza sobrehumana por su parte saiyajin, pero nada más.

—¿Por qué no me dijiste que pensabas usar la armadura de tu padre?

—Hubieses intervenido en mi trabajo. ¡CUIDADO! —gritó advirtiendo a la joven, sin embargo, el ataque que se acercaba, se dirigió solo a él, reanudando la pelea entre ambos varones, ignorando los ruegos de la joven para detener dicha locura.

Al parecer, Anthon se defendía de manera decente, como si tuviese entrenamiento en el arte de la guerra, o al menos eso parecía, por la manera en que respondía los ataques del consumado guerrero. A Pan no le costó trabajo dilucidar la razón de dicha cuestión.

Estaba segura de que esa armadura contaba con el registro de la técnica de pelea que solía utilizar el príncipe. No obstante, ella sabía que no era suficiente para ganar un encuentro, además, se notaba que el príncipe jugaba con la seguridad del terrícola, a pesar de recibir uno que otro golpe que de seguro debió doler.

Por un breve instante, parecía que Anthon tenía al príncipe bajo control, aturdiéndolo primero con un sorpresivo puñetazo en la nariz, para después tenerlo boca abajo, jalando de su coleta, estrellando su rostro con violencia contra una roca.

—¡YA BASTA ANTHON! —trató de detenerlo, pero fue arrojada con un halo de luz sobre su vientre.

—¡NO! A ella no —le ordenó el joven a la inteligencia artificial de la armadura.

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