Capítulo XIII

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La mañana había llegado, Roier se levantó dirigiéndose al baño en donde cerro la puerta para iniciar su baño, los minutos pasaron, la puerta se abrió nuevamente mostrando al castaño con una mirada de caída

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La mañana había llegado, Roier se levantó dirigiéndose al baño en donde cerro la puerta para iniciar su baño, los minutos pasaron, la puerta se abrió nuevamente mostrando al castaño con una mirada de caída.

Tomo su ropa procediendo a vestirse con su típica sudadera roja y unos pantalones negros, coloco aquella bandana azul sobre su cabeza, listo para poder salir al hospital de la federación en donde estaba internado su progenitor, el sol aún no salía por lo tanto no le haría compañía en su pequeño viaje.

Se sentía triste al saber que el gran Sabio se había enfermado gravemente, pensando que Leonarda se encontraba tan confundida de no saber cómo estaba su padre, sintió unos brazos rodear su cintura y una cabeza recargarse sobre su hombro.

— Oh, buenos días gatinho —Una sonrisa leve mostró al ver quién lo había abrazado, llevo su mano a la cabeza del contrario.

— ¿Te vas a ir? —Pregunto manteniendo sus ojos cerrados, disfrutando de la acaricia que el Mexicano le daba.

— Si, Vegetta nos necesita a todos pero volveré más tarde —Respondió poco a poco borrando aquella sonrisa, siendo reemplazada por preocupación.

— No te preocupes guapito, Vegetta es fuerte podrá salir de esto —Tomo la mano de su esposo hasta llevarlo a su boca y dejar un beso sobre su dorso.

— Bueno... Me tengo que ir, cuida de Itzel mientras no estoy y si pasa algo grave no dudes en decirme —Se dió media vuelta para quedar frente a frente, abrazo el cuello de su esposo mientras el contrario dejaba pequeños besos en su mejilla.

— Lo mismo digo —Ambos se dieron un beso en los labios antes de separarse, lento y tierno hasta que el aire faltó a sus pulmones.

Terminaron por separarse, Roier se despidió para dirigirse a la oficina de Foolish en donde lo llevarían a ver al azabache mayor, ahora que estaba solo Cellbit se giró mirando con una ceja alzada a la cabecita de vaca que se asomaba por el balcón de su habitación, su hijo había venido muy temprano.

El niño sonrió alegremente al verse descubierto por su padre, así que volvieron a dormir pues el sol aún no salía, era demasiado temprano como para iniciar de esa forma, aún que no duró mucho pues el llanto de Itzel se hizo escuchar.

Al parecer la más pequeña se había dado cuenta que todos ya estaban despiertos, al final la pequeña se les unió en seguir durmiendo hasta que el sol comenzó a salir, los primeros rayos de luz invadieron en la habitación del Brasileño, fue ahí que comenzaron su día con un buen almuerzo.

Luego de eso, iniciaron su día con enigmas, iban de un lado a otro resolviendo los diferentes enigmas que los llevaban a diferentes lugares, enfrentaban dugeons teniendo sumo cuidado de no herir a Itzel.

Debido a toda la aventura vivida terminaron por parar en las Favelas, cansados y con dolor de cabeza al no poder responder el último enigma, Forever junto a Maximus veían a los tres sentados sobre un sillón, Cellbit con la cabeza hacia atrás, Richarlyson recostado sobre el regazo de su progenitor e Itzel sentada jugando con una pelota.

~Baby~•=Guapoduo=•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora