~Baby~•=Guapoduo=•

Capítulo XII

— Richars, después de esto tenemos que ir a bañarte —Cellbit miro a su hijo quien no le había prestado atención a sus palabras.

— Tranquilo gatinho, deja que se divierta un poco —Roier se acercó a su esposo de forma discreta para no distraer al pequeño dragón. — Hay que agarrarlo con la guardia baja —.

Susurró con pequeñas risas, vio como una sonrisa un tanto divertida como maliciosa mostró el castaño de mechón blanco ante la idea, solo lo atraparían sin la necesidad de hacer una persecusión por tanto tiempo.

No querían repetir ese día dónde tan solo escucho que le darían un baño, rápidamente se fue del castillo de su papá, fue tardado pero finalmente se habia logrado darle una ducha, ahora el niño disfrutaba de nadar en la piscina con su pequeña hermana entre sus brazos.

La sostenía para evitar que se ahogara, Itzel al principio se vio temerosa que se aferraba de la ropa de Roier queriendo evitar adentrarse, todo se hizo de forma lenta quitándole el miedo a la menor.

El Brasileño había traído algunos salvavidas para que la pequeña pudiera flotar, aún que si llegaban a tener un cuidado con ella, la pequeña estaba sobre un salvavidas sentada sobre la tela de plástico mientras era empujada por Richarlyson, la llevaba de un extremo de la piscina hacia el otro extremo.

Ambos padres miraban la escena con ternura, pues el pequeño dragón ayudaba a su hermana a moverse y que poco a poco el miedo en ella se perdiera, ambos se acercaron siendo el ojiazul quien tomo a su hija entre sus brazos.

Hacia que sus pequeños pies tocaran el agua, sonreía al ver cómo ella también lo hacía y la iba hundiendo un poco hasta que el agua alcanzó su pecho, la movía como si ella estuviera nadando, sonreía cada vez que la escuchaba reír ante la emoción de nadar entre el agua.

— ¡Pa Roier! ¡Vamos a tirarnos desde aquí! —Señalo el pequeño dragón a las plataformas de clavados, siendo el más grande al que quería ir.

— Okey, vamos —Respondió el mencionado con una sonrisa, su mano fue sujetada por su hijastro hasta salir de la piscina.

Ambos caminaron al inicio de las escaleras de las plataformas, el pequeño Brasileño fue el primero en comenzar a escalar, seguido de él fue el castaño oscuro tratando de no pegarse demasiado al pequeño, una vez llegaron al final se acercaron a la orilla.

— ¡Vamos Richarlyson! —Se escucho la voz de Cellbit desde abajo, alzaba su mano y le daba apoyo a su hijo.

— Órale Richarlyson, échate —El Mexicano se fue acercando de forma sigilosa hacia el pequeño quien por instinto giro su cabeza hacia atrás.