Virgin | Minsung

23.

Se había quedado luego de clases inventándole a Jisung que iba a juntarse con sus amigos, dejando que se fuera en compañía de Minho mientras él se devolvía hasta el gimnasio.

Para ver las prácticas de volleyball.

Se quedó apoyado en la entrada del gimnasio, observando desde lejos y escaneando el cuerpo de aquel castaño que traía lo traía completamente capturado. Veía sus marcadas piernas, sus brazos en buena forma, y esos... esos malditos glúteos bien trabajados.

No era la primera vez que iba, y esperaba que no fuese la última, el menor no tardó en notar su presencia por lo que durante su pausa fue rápidamente hasta el baño cuando notó que el pelinegro ya no estaba en la puerta.

Entró en los baños y no tardó en sentir dos manos tomando sus caderas, apegando su cuerpo contra la pared y acercándose peligrosamente rozando sus narices.

—¿Me extrañó?— Preguntó al ver la mirada hambrienta que el más alto traía.

—Claro que lo hice, ni siquiera respondes mis mensajes

—Tengo muchos exámenes y pronto se acerca un torneo. Usted no es mi prioridad, Hyung

Empujó el interior de su mejilla con la lengua, siempre provocándolo con ese comportamiento tan atrevido y superior que tenía, bajando sus palmas hasta sus glúteos apretando fuertemente haciendo al menor sisear de dolor.

—Puede que no lo sea, pero recuerda que soy muy brusco cuando no me das atención

—Tal vez me gusta que sea así

Ambos se voltearon al sentir un par de pasos en la entrada, Hyunjin arrastrando al más bajo detrás de las duchas mientras cubría su boca con una de sus manos, evitando que hiciera ruido.

—¿Jeongin?— Gritó Felix desde la puerta, buscando por el chico.

Apretó sus manos fuertemente cuando Hwang bajó su articulación libre hasta su entrepierna, acariciando tortuosamente lento y causándole gracia la expresión desesperada del menor.

Metió su mano debajo del corto pantalón, masajeando rápidamente sintiendo la respiración agitada sobre su palma, mirando con ojos asustados al pelinegro cuando escuchó los pasos acercarse, soltándolo de golpe y escondiéndose dentro de la ducha, cerrando la puerta y riendo en silencio.

—Ahí estás, ¿te encuentras bien?— Se preocupó al ver su frente sudada y rostro rojizo, apenas había comenzado su práctica.

—M-Me mareé un poco, es todo... No he comido— Mintió.

—Vamos, tengo fruta en mi bolso— Tomó su brazo y salieron del baño, no sin antes dar una última mirada hacia atrás viendo a Hyunjin asomar su cabeza aún riéndose de él.

Claro que tomaría venganza luego.

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—Conoce a mamá, ella... ella me odiaría

Jisung leía un libro haciéndole compañía en el cuarto a su abuelita, la mujer comía una gelatina de frambuesa mientras le hacía preguntas sobre Minho a su nieto.

Sabía que le gustaba, y sabía que ya eran algo más, siempre le hablaba sobre él.

—¿Odiarte? No creo que alguien en este mundo pueda odiarte. Eres el chico más dulce que existe, Jisung-ie

—¿Puedo preguntarle algo?— La mayor solo asintió, viendo al chico cerrar su libro y comenzar a jugar con sus deditos en la tapa de este— Es sobre... sobre papá