12.

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Dio un pequeño salto del susto cuando escuchó la puerta del baño ser cerrada mientras lavaba sus manos, pero se tranquilizó al ver que, por suerte, no era quien pensaba.

—¿Te asusté?

—Me asustó la puerta

Soltó una pequeña risa con burla y tomó su muñeca para atraerlo y unir sus labios, rodeando su cintura complacido cuando Jisung respondió sin problema.

—Sabe a cigarro

—Siempre lo hago

—Me gusta

—¿El sabor?

Asintió con la garganta y siguió en lo que estaban. Maldición, cómo extrañaba aquella sensación, besar se sentía tan bien.

Odiaba el olor a cigarrillo, pero el gusto le encantaba, ¿tenía sentido?

Y pronto cayó en cuenta de que estaban en la escuela, así que se separó del mayor tan luego como lo notó.

—Puede entrar alguien

—¿Y?

—Tenemos un trato, ¿lo olvida?

Claro que no lo olvidaba, a Minho también le afectaba si alguien sabía lo que hacían, pero no iba a negar lo mucho que le excitaba la adrenalina al saber que estaban a poca exposición de los ojos de cualquiera.

—Ven aquí

Agarró su brazo e hizo que entraran en uno de los cubículos, rodeando nuevamente su curva y besando su cuello ahora.

Las manos de Jisung subieron a la nuca ajena, enredando sus dedos en el cabello del mayor inconscientemente y cerrando los ojos por la deliciosa sensación.

Ni siquiera notaron que algunos más habían entrado al baño.

Pero Jisung no tardó en entrar en pánico cuando reconoció perfectamente la voz de afuera.

—Hyung...— Susurró alejando al castaño, esté confundiéndose con la expresión que el otro tenía— Son sus amigos

—¿Huh?— Escuchó con más atención, verificando que, efectivamente, tenía razón— Mierda. No hagas ruido

Se preocupó cuando las manos de Jisung comenzaron a temblar, más no lo demostró demasiado, preocupándose más por poner la oreja contra la puerta para así poder oír cuando se fueran.

Pasaron algunos minutos, se escuchó la entrada ser abierta otra vez y con cuidado Minho se agachó para revisar que no hubiese alguien aún afuera, haciéndolos entonces salir con cuidado.

—Bien, no hay nadie

—Salga usted primero, yo voy después

Dudó del porqué, pero no preguntó, tan solo asintió y se fue entonces, dejando al menor solo en el lugar.

Jisung se miró unos segundos en el espejo, intentando controlar el apretón en su garganta y sus ojitos aguados. Mojó su rostro con agua fría, cerrando los ojos y respirando, calmándose luego.

Pero no le duró demasiado cuando, justo sus ojos al caer en un pequeño bolso que estaba en uno de los lavabos, la puerta se abrió y dejó entrar a quien menos quería ver en ese momento.

—¿A dónde vas?— Preguntó cuando Jisung intentó irse, pero el mayor le tomó el brazo deteniendo su paso. El rubio no pudo contestar— Te estoy hablando

—S-solo... con mis amigos...

—¿Tienes amigos ahora? Wow, un aplauso, por favor— Empujó su cuerpo contra la pared, haciendo que golpeara su espalda fuertemente. Claro que no le importó— ¿Y a tus "amigos" les agradas? ¿En serio? Mírate, Jisung, tú no le agradas a nadie

Virgin | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora