Angel |Elsabela|

11. Rompiendo el hielo.

Elsa.

—¿Si entiendes la maldita magnitud de lo que estoy hablando? —golpeé la barra levemente con mi botella de cerveza— ¿Por lo menos estás escuchándome?

—Te gusta una chica ¿Y qué hay de malo en eso? —Cassandra respondió y cuestionó poniendo su mano en su cintura.

—Qué me siento mal que me guste una chica porque tengo novio y porque es menor que yo —respondí mirándola.

—¿Edad? —Cassandra volvió a preguntar.

—Veintidós —respondí—, tengo veintiséis y en diciembre cumplo años, tendré veintisiete... ¡Cinco años!

Cassandra empezó a reírse a carcajadas. Entrecerré mis ojos mirándola, ¿cómo podía reírse de algo tan serio? Y pensar que este espécimen tiene la misma edad que yo.

Hace algunos días que por fin reconocí mis sentimientos, y no fue fácil porque como dije, tengo novio y principalmente Isabela es menor que yo. Sé que en muchas historias y personas han dicho que no tiene nada que ver la diferencia de edad, pero cuando te enfrentas a esto no sabes si seguir adelante.

—¡Cinco años, Elsa! —Cassandra exclamó chasqueando sus dedos delante de mí—. ¿Entiendes lo que significan cinco años? Nada, literalmente no significa nada.

—¿Perdón? Nunca había estado con alguien tan... "pequeño" —mencioné en bajo.

—No es como que fueras a robarte a un niño —dijo burlona—. Relájate ¿Quieres?, creo ambas pueden estar al mismo nivel, eso es lo que ha hecho que su amistad funcione, si ustedes no se compaginaran entonces sería un total fracaso su amistad.

—Supongamos que no me mortifico por la edad, pero queda la otra variante suelta y es Tadashi —Cassandra en seguida comenzó a analizar apoyando su mano en su barbilla—. No quiero herir a Tadashi... Con él es diferente lo que siento, pero definitivamente no es lo mismo que con Isabela...

—¿Exactamente que sientes con Isabela? —ella se inclinó sobre la barra—, no quiero que confundas una atracción del momento con algo que de verdad sientas.

Bajé mi cabeza sintiéndome totalmente agobiada. Es difícil reconocer que alguien de verdad te gusta o que simplemente sientes atracción que seguramente dure poco tiempo.

—Lo mío con Tadashi fue lindo y calmado e incluso me atrevo asegurar que eso mismo nos llevó a la monotonía; con Isabela es divertido, misterioso, lindo, pero siento que lo nuestro fue una combustión rápida por los sentimientos que surgieron al poco tiempo...

—Hablas como si ya supieras que ella también siente lo mismo por tí —mencionó Cassandra.

—No estoy asumiendo que ella sienta lo mismo, me refiero al sentimiento de confianza... Tú sabes lo difícil que fue para mí expresar mis emociones y con Isabela no fue así, con ella todo se dió tan rápido que me sorprendió la facilidad con la que confiaba en ella —expliqué—. Por Dios, Cass, le mostré mi lugar favorito que solamente compartía con mi madre ¿Qué clase de embrujo es este?

—Bien, relájate y ahora hablaremos con la cabeza fría —ella recargó sus codos en la barra—. El panorama es este, dices que Isabela te gusta ¿En que sentido? No lo sabes y tu tarea será descifrar ese sentimiento.

Miré a Cassandra sin comprender lo que ella quería hacerme entender.

—Toma tu tiempo para digerir tu sentimiento, invítala a salir o trata de convivir con ella más veces y mientras más lo pienses y profundices lo que sientes más clara será la respuesta —ella explicó con detenimiento—. Puede que te frustres porque quizá no encuentres la respuesta rápida a esto, pero respira hondo y pronto lo conseguirás.