Angel |Elsabela|

14. Oportunidad.

Isabela.

—¿Escuchaste lo que dije? —Anna chasqueó sus dedos delante de mí.

—¿Perdón? —sacudí mi cabeza y me enfoqué en Anna.

—Es claro que no me escuchaste —bufó soplando su fleco—. ¿No escuchaste nada? —negué lentamente—, decía qué quiero saber tu opinión sobre Elsa y Tad.

—¿Su relación? —pregunté como si no fuera evidente.

—Obviamente. Han tenido muchos problemas en estas semanas y en verdad me preocupa que no puedan resolverlo.

—Anna, en realidad yo no puedo opinar ¿Sabes?, no debemos meternos en asuntos que no nos corresponden. Entiendo que seas hermana de Elsa, pero ¿No crees que debas dejar que ella y Tadashi lo arreglen? —comenté temiendo por su reacción.

—Juro que lo intento, pero me desespero cada que ellos no son capaces de solucionarlo. Siempre que se quedan juntos hablan y cuando parece que ya están por arreglarse es donde todo se va a la basura —Anna dijo agitando sus manos con desesperación.

—¿Has pensado en la posibilidad de que ellos terminen? —la miré apretar sus labios con molestia—. Tal vez ellos están intentando dar el último empujón de su relación antes de saber que la mejor opción que tienen es dejar de luchar por algo que no tiene solución.

¿Yo? Sería la persona más feliz si eso sucediera.

—No, ellos no terminarían lo que han construido por años... ¡Ta-Tadashi estaba por pedir la mano de Elsa! —exclamó sujetando su cabeza—. Yo... No lo entiendo... Oh no, si eso sucede, Elsa caerá en depresión y yo no sé si sea suficiente para evitarlo...

—¿Pe-pedir su mano? —parpadeé perpleja— ¿¡Ellos se iban a casar!?

—Aún no le pedía la mano, solo me pedía consejos para comprar un anillo... Ahora entiendo que a raíz de sus problemas él dejó de pedirme ayuda con eso —solté el aire sintiéndome aliviada—, pero ese no es el punto, el punto es qué haré si Elsa se deprime.

—Seguro... Encontraremos la forma de que no caiga en depresión —mencioné haciendo una leve mueca.

Anna quedó en silencio, como si siguiera maquinando un plan para salvar la relación de Elsa y Tadashi. En lo personal, dejando de lado mis sentimientos a Elsa, sé desde lejos que su relación ya no tiene solución. Y no malinterpreten, conozco personas que a pesar de las bajas han logrado mantener una relación estable, pero hay ocasiones donde simplemente eso no será posible.

De todas formas, no quiere decir que cuando Elsa termine con Tadashi yo corra directamente a ella.

Seguí hablando con Anna durante unos minutos antes de dirigirme a mis últimas clases del semestre. Era un alivio saber que a días estaría en vacaciones, sentía un peso menos fuera de mis hombros y más con la satisfacción de concluir con éxito mis exámenes.

Llegué a mi aula y noté que todo el mundo ya estaba en sus lugares. Pensé que había llegado tarde hasta que noté la hora, no faltaban menos de 5 minutos. Lo extraño es ver a todos en el aula y que la profesora aún no estuviera preparando sus cosas.

—¿Qué? ¿Ya fuiste a cogerte a la profesora y por eso no está aquí? —molestó Tiana sentada desde su asiento.

—Cállate —bufé caminando a mi asiento. Dejé mi portafolio sobre la mesa y me senté suspirando impaciente.

No tolero la impuntualidad, me molesta que incluso profesores, por muy alto que estén, lleguen tarde o no sepan sobre la puntualidad.

Y parece que este día no fue la excepción. Pasaron más de veinte minutos para que llegara la profesora Bella y en ese lapso no hemos recibido un mensaje de ella cancelando la clase o algo de parte de nuestra coordinadora.