13. Delicate.

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✨Sí, está inspirada, en su mayoría, en Delicate de Taylor Swift. Vista en ambas perspectivas de ellas.✨

Semanas después.

Elsa.

—¿Saben qué? Saldré a comer un helado mientras ustedes arreglan sus mal entendidos —Anna anunció antes de tomar su bolso y bajarse de la camioneta de Tadashi y avanzar a la heladería.

Gruñí notando su comportamiento y suspiré apretando el puente de mi nariz.

Pasaron los segundos y ninguno decía algo y no somos capaces de vernos. Aunque me molestara la actitud de Anna, hizo lo correcto por no quedarse a escuchar una pelea que no le correspondía.

—Ella tiene razón —Tadashi habló.

—¿Tú crees? —respondí con ironía alejando la mano de mi nariz.

—Elsa, por favor —Tadashi suspiró—. Si hablamos llegaremos a un buen acuerdo y no pondremos incómodos a los demás.

—¿Quieres hablar? —él asintió—. Está bien, hablemos.

—Pero...

—¿Qué? ¿Quieres que empiece yo? —desvió su mirada—. Siempre debo empezar las conversaciones. De los dos tú eres quien desea hablar, yo no —quité la mano de mi rostro y lo miré—. Yo no debo hablar primero ahora, porque muchas veces he intentado iniciar la conversación y tú la evitas.

Tadashi suspiró echando su cabeza al asiento el auto. Lo miré esperando que él dijera algo. Las cosas entre nosotros no han mejorado y no parecen tener arreglo, lo que parecía ser una salida tranquila terminó convirtiéndose en la pelea de una pareja sin comunicación.

¿Me frustra? ¡Claro! Ni siquiera en nuestros peores momentos hemos estado así, en verdad quiero saber qué está ocurriendo para que permitamos estar en este punto.

—Tienes razón —me sorprendí ligeramente verlo tomar iniciativa—, debo hablar primero.

—Te escucho.

—Asumo mi responsabilidad de que ambos estemos así, no hemos pasado tiempo juntos y sé que sientes que ya no te trato como antes —jugó con sus dedos en el volante del auto—, y la verdad es que yo ni siquiera sé cómo explicarlo.

—Siempre dices que es el trabajo —mencioné.

—Y lo es —dijo rápidamente—, el trabajo es agobiante, pero no es la razón definitiva.

—¿Entonces? —insistí—. Tad, si dejas esto a medias no podré entenderte.

—Es complicado, Elsa —en su voz noté cierta frustración—. Dame algo de tiempo para poder explicarte.

—¿Más? Por si no lo notaste, esto nos está afectando a los dos y también a los demás. Ese tiempo que te estoy dando no parece funcionar para nada —reclamé girando parte de mi cuerpo para verlo—. Sea lo que sea, solo dilo...

Tadashi apretó sus ojos y dientes, percibí su impotencia de poder hablarlo. Es extraño en él, siempre ha sido capaz de expresar todo lo que siente y de no ser así, trata de explicarlo de la mejor manera.

—Lo siento...

—Bien... —bufé regresando a mi asiento—. ¿Sabes? Estoy cansada de tener que darlo todo.

Tadashi se mantuvo callado y en unos segundos después, Anna llegó al auto entrando con una sonrisa que rápidamente desapareció al vernos y sentir la tensión en el ambiente.

Angel |Elsabela|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora