"Despertar Divino: El Poder Interior de Gohan"

"Gohan: Un Cumpleaños Lleno de Conexiones y Preparativos para el Futuro"

El día de mi cumpleaños fue uno de los más felices que he tenido. No me había sentido tan alegre desde que mi papá estaba vivo. Sin embargo, aún persiste la tristeza por lo que ocurrió en el pasado. A veces, cuestiono si los demás tienen razón al respecto. Mientras divagaba por el planeta sin nombre, ya que Denshinkan me otorgó un día libre de entrenamiento debido a la ocasión, observé cómo Vegeta y los demás cenaban. Mi mamá y Picoro se habían ido a la Tierra. Hacía bastante tiempo que no visitaba mi planeta natal, pero ya no hay nada allí para mí. No pienso regresar, a menos que sea por el deseo de mi madre y Goten. La verdad es que no siento el deseo de volver a encontrarme con mi padre. A pesar de todo, mi mamá y Picoro tardaron mucho, y la inquietud empezó a invadirme. Fue entonces cuando vi una luz en el horizonte: Wiss, mi madre y Picoro regresaban. Pero no venían solos.

Acompañándolos, había un joven namekusei y una niña de cabello rosado y ojos azules. La niña se acercó a mí y me espetó: "Eres un atrevido". En ese instante, recordé a Line, y el namekusei se me acercó y me entregó una roca de Namekusei, el planeta original antes de su destrucción. Recordé que en la batalla contra Freezer, le había entregado a Dende. ¡No podía creerlo! Line y Dende estaban aquí.

Line: ¡Hola, Gohan!
Dende: ¡Hola, amigo!

Mientras tanto, mi mamá interrumpió y sugirió que nos retiráramos para que ellos pudieran conversar. Picoro también lo secundó, aunque con su toque característico de precaución. Line y Dende se despidieron, y durante su partida, pude sentir un calorcito en mi corazón.

Line me explicó que, después de que prometí visitarlo, fui a su casa, y cuando no volví, decidió investigar. Fue entonces cuando descubrió mi hogar, con una persona similar a Dende pero más grande. No me sorprendió descubrir que se refería a Picoro. Line le contó a Picoro todo lo que hice por él y mi abuelo, lo que pareció impresionar a Picoro. Line y Picoro me llevaron al Templo Sagrado, donde conocí a Dende y supe más sobre mis aventuras en Namekusei y otros eventos. Line me reveló lo mucho que me admiraba, y eso me tocó profundamente.

Dende también compartió su perspectiva, hablando sobre cómo mi madre y Picoro les contaron lo que había enfrentado. Pudieron ver lo terrible que fue y reconocieron que no era una amenaza, sino un héroe. Me agradó saber que había personas que valoraban mi esfuerzo y mi lucha.

Luego, Dende y Line me entregaron un regalo: una foto en un portarretratos de oro. Era una imagen de mi padre y yo. Quedé sin palabras y sentí un nudo en la garganta. Me explicaron que la foto estaba hechizada para adaptarse a cualquier tamaño, lo que significaba que podría llevarla conmigo a donde fuera. Era un símbolo de su apoyo y amistad. Los tres compartimos un emotivo momento.

En medio de todo esto, confesé mi tristeza y frustración por la actitud de mi padre. Me dolía que no quisiera ser revivido después de la batalla contra Cell, y eso me hacía cuestionar su ausencia. Dende y Line me recordaron que mi padre estaría orgulloso de mí y que estaba tomando las decisiones correctas. Aprendí que, a pesar de la ira que sentía, las personas cercanas a mí me brindaban su amor y apoyo incondicional.

Durante este encuentro, compartí mis transformaciones y habilidades con Dende y Line. Les mostré el Super Saiyan, el Super Saiyan 2 y el Super Saiyan 3. Dende y Line estaban asombrados por mis poderosas transformaciones, y eso me hizo sentir más seguro en mi camino.

Finalmente, Dende y Line partieron, pero no antes de recordarme que ellos y otros amigos estarían a mi lado, ofreciéndome apoyo moral en el próximo torneo de dioses. En esos días, también reflexioné sobre mi crecimiento y madurez, comprendiendo que ya no era un niño, sino un adolescente dispuesto a enfrentar el futuro con valentía y alegría.

Pasaron tres días desde ese encuentro. En ese lapso, crecí y maduré mucho, y me propuse llevar mi poder a un nivel superior. Decidí ir al planeta de Bills para entrenar y prepararme. Sabía que tenía mucho potencial por explorar, y eso me motivaba a seguir adelante. Mi mirada se dirigía hacia el futuro, lleno de posibilidades y desafíos emocionantes. Mientras tanto, Bills y Denshinkan me visitaron, marcando el inicio de una nueva fase en mi camino.