Capítulo 6

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Velika

Cámaras desactivadas, puerta cerrada con pestillo y yo sentada encima de mi novio con las luces apagadas, esa es la combinación perfecta para un buen momento de recuperar los besos que me he perdido.

—Sabes que te amo, ¿no? —dice en un susurro, rozando su nariz con la mía.

Olvidemos el drama solo por unos segundos.

—Lo sé, pero me gusta que me lo recuerdes —respondo, sonriendo al ver que le brillan los ojos con mucha más intensidad que antes.

—Tenemos mucho de qué hablar, Malyshka —murmura sobre mis labios, y sé que eso significa ponernos en modo serio.

—Hay muchas maneras de hablar, pero yo solo quiero entenderme contigo de esta manera —digo, atrayéndolo hacia mí de la nuca para besarlo nuevamente como me da la gana.

Lo sé, soy débil ante él.

—¿Por qué está cerrada la puerta? —preguntan del otro lado, dejándome quieta en mi tarea de colar mis manos por debajo de la camisa de Nick.

—Mierda —sisea él, y a mí me da un ataque de risa que debo calmar al esconder mi cara en su cuello—. No te rías.

Más risa me da y me gano un empuje suave de su pelvis contra la mía, lo cual reemplaza mi risa por un jadeo bajo.

—Si haces eso me reiré con muchas más ganas —susurro contra su piel, mordisqueo su piel con algo de fuerza y apaciguo el dolor dando una suave lamida, escuchando cómo gime en mi oído.

—Hazlo, no seré yo el que tendrá que acallar sus gemidos para no ser descubiertos —responde, dejándome sorprendida con sus palabras tan atrevidas.

—¿En dónde está mi profesor con etiquetas y que sigue las normas? —pregunto, él solo me sonríe de lado y esa imagen tenerlo debajo de mi con los labios rojos, la camisa desabrochada y algo despeinado se queda en mi mente como un tesoro.

—Para los demás soy ese, para ti soy el hombre que aprendió que como tú ninguna y no quiero otra relación que no sea la que tengo contigo —responde, poniendo mi corazón a mil y dejándome claro que este es el Nick que nadie conoce.

Ya nos podemos casar con él.

Algún día.

Estoy por decir algo cuando la alarma contra incendios salta, todo se descontrola allí afuera y yo tengo que ponerme de pie para poder saber qué rayos está pasando.

—Saldremos con cuidado, nadie puede vernos —dice Nick, quien me da un beso en la frente—. Te llamaré después.

—Te amo —digo, mirándolo fijamente a esos ojos que me parecen los más bellos del universo entero.

—Lo sé —responde, ganándose un pellizco en las costillas—. Te amo, te amo, pero deja eso.

Me rio con ganas antes de salir de allí lo más disimuladamente posible, claro está que antes de salir le robé un beso.

—Tú un día de estos harás que me de un infarto —me dice Ly, quien está cruzada de brazos esperándome frente a mi auto.

—¿Yo qué hice? —pregunto, haciéndome la desentendida.

—Oh, no lo sé, déjame pensar... —Hace un ademán de estar pensando—. Ah sí, demorar más de lo acordado, loca.

—Y te aguantas porque no tiene justificación el no haberme contado todo desde el inicio —respondo, enarcando una ceja en su dirección.

Chantaje emocional...

—Me rindo —dice, alzando las manos en señal de paz.

—Eso creí, amiga mía —digo, riendo porque no tiene más opción que aguantar la demora y no protestar—. ¿Lo de la alarma ha sido idea tuya?

Forbidden Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora