Capítulo 15 - Especial Fin de Año

2.1K 166 16
                                    

Cualquier falta ortográfica o palabra mal escirta la dejan en comentarios.

Besitos.💋

Capítulo dedicado a la mejor amiga y hermana que me pudo haber dado la vida.

°°°

Velika

Una semana, solo ese tiempo tiene que pasar para que yo ahora mismo esté entrando en crisis nerviosa al ver que mi pantalón no me cierra y probablemente nada de lo que tengo en mi closet me quede.

—¿Qué pasó con lo de mantenerse ocultos hasta poder decir todo? —le pregunto a mi ya un poco más notable vientre.

Estoy en casa, encerrada en mi habitación con un poco de ropa esparcida por mi cama a causa de mi búsqueda de algo lindo para ponerme.

—Señor, solo quiero ponerme esto —susurro, sintiéndome mal con no poder usar mi ropa de siempre y saber que estoy engordando.

No sé si son las hormonas o mi autoestima de verdad se está viendo afectada por este pequeño detalle.

—A ver, calma —me digo a mí misma, viendo qué solución hay a este problema de prendas que no me entienden—. Mmm...

Tomo un jogger con una sudadera a juego de color gris, me coloco todo con cuidado y me gusta cómo me veo.

Me quedo allí, parada frente al espejo y dejando al descubierto la evidencia de que dos gemelos están creciendo fuertes, bueno, no sé su género, pero los amo igual.

Esta semana he estado fuera del radar de Nick, con Iván rondando siempre en casa y mi padre martillando mi cabeza con la estúpida idea de que debo darle otra oportunidad, ha sido imposible vernos; aún después de que me pidiera matrimonio, lo siguiente que supe es que le di el anillo a mi abuela para que lo guardase. La navidad había pasado desapercibida para mí, pues me encerré en mi habitación cuando papá tuvo invitados en casa.

—¿Quieren gritarle al mundo que están presentes? —les pregunto a mis hijos, sintiendo que todo esto ya fue suficiente—. Háganlo, pero no ahorita.

Dejo mi ropa como estaba antes y ni pareciese que tengo tres meses y una semana de embarazada.

—¡Mamá! —grito tan fuerte como puedo, haciendo que la nombrada llegue en menos de lo que canta un gallo.

—¿Qué pasó? —pregunta, mirando a todos lados y revisando mi apariencia.

—¿Me preparas chocolate caliente con pan? —pregunto como respuesta, y ella solo me dedica una mirada no muy amigable que me grita cuánto la he asustado—. Tranquila, están bien.

Cuando le dije que eran dos casi le da un infarto, la impresión fue tanta que terminó tumbada en el sillón con una bolsa de hielo puesta en la frente.

—Un día de estos me va a dar algo de tanto estrés —me dice, noto que está muy preocupada por la reacción de mi padre cuando se lo diga y cómo se lo voy a decir.

—Tú tranquila, yo nerviosa —respondo, abrazándola muy fuerte—. Chocolate y pan, por favor.

—No debes comer tanta cosa dulce —me regaña y yo hago puchero.

—No soy yo, son tus nietos —digo, haciéndole ojitos para que ceda ante mi antojo más recurrente.

Asiente, totalmente derrotada ante mis tácticas de convencimiento y doy un saltito de felicidad.

Trabajar en mejorar nuestra relación es la mejor decisión que pude haber tomado, sin ella todo esto sería menos llevadero y mucho más insoportable.

—Buenos días —saluda mi padre, y me sorprende que esté de buen humor.

Forbidden Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora