Capítulo 17

1.3K 127 34
                                    

Velika

Me veo fijamente en el espejo que tengo frente a mí, detallando los cambios que tiene mi cuerpo hasta ahora, y es que estoy disfrutando el proceso, aunque en ciertas ocasiones me sienta la más fea de todas las embarazadas que puede haber en este mundo.

Seis meses de embarazo que no me esforzaba por ocultar, pues ya no era un secreto que debía mantener. Todavía podía recordar cómo al finalizar el semestre y abalanzarme a los brazos de Nick para besarlo había dejado a todos pasmados, más aún cuando di a notar mi embarazo.

—No puede ser —dijo una de las chicas que siempre bromeaba en clase sobre querer a Nick como profesor para siempre—. ¡Tú eres la bendecida y afortunada!

Me reí por el comentario, mientras que Nick solo podía sonreír admirando mi vientre.

—Esa soy yo —respondí, sabiendo bien que ella siempre fue amable y nunca tuvo segundas intenciones.

—¡Vaya! —exclamó Chase, quien me miró con una sonrisa—, por eso el profesor no estaba disponible y tú no aceptabas mis salidas.

—Exacto —respondió Nick, y eso dio paso a muchas preguntas que no respondimos por nuestra comodidad.

Ahora que lo pienso, huimos de la escena sin que se dieran cuenta en tanto se ponían a discutir que algunos lo sospechaban y otros no.

Dar a notar mi embarazo fue un gran reto, me sentía muy observada y abrumada de que todo el mundo susurrara cosas cuando estaba en su radar.

—¿Está embarazada tan joven? —preguntó en un susurro una chica que no conocía de nada.

—Los errores que se cometen por ser irresponsables —susurró la que estaba a su lado.

Ese día había regresado llorando a casa, en donde Nick se encargó de consentirme y decirme que siempre habrá alguien que nos juzgue sin saber el contexto de la situación, si fue tu elección o si fue algo que se planeó, está en ti si prestas atención a esos comentarios o simplemente haces como que nunca lo escuchaste.

¡Pero era tan difícil!

Como si vivieran nuestra vida, ¡JA!

Al final terminé eligiendo la segunda opción: No prestar atención y disfrutar de aquellos momentos en los que mis compañeros me ayudaban cargando mis cosas, me traían algún antojo o me acariciaban el vientre con mi permiso.

Todo lo que estoy pensando se esfuma con la voz que interrumpe esos pensamientos.

—Holi —saluda Sophie, quien prácticamente viene todos los días y es como si viviese con nosotros.

—Holi —respondo, con una gran sonrisa.

—Ay, pero qué bonita te ves —dice, dando saltitos que expresan su felicidad—. ¿Quiénes son los bebés de la tía?

Le habla a mi vientre con una voz totalmente diferente a la de ella, cosa que me hace gracia, pues Nick y yo hacemos lo mismo.

—¿Lista para saber lo que son? —pregunta, sin dejar de acariciar mi vientre, hasta que llega el momento en el que mis hijos se mueven y ella para automáticamente—. Hijos de Nick tienen que ser.

—No, tengo nervios —respondo en medio de la risa que me ha generado su último comentario.

—¿Por? —pregunta, sentándose en el piso y viendo cómo termino de vestirme para la reunión que se está armando en la sala.

—No sé, solo tengo nervios —digo, haciendo una mueca por todos esos pensamientos que pasan por mi cabeza algunos días.

¿Y si no soy buena madre?

Forbidden Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora