- Capitana, ¿Puedo preguntarle algo?
- Habla, Melek
- ¿Por qué amenazo de esa manera al joven Zuko? No había nece--
- Cuando pida tu opinión sobre como tratar a los prisioneros, te lo haré saber. Mientras tanto, ve y dale de comer
- Si, capitana
La capitana a veces creía que Melek no era apropiado para una tripulación pirata, pero, era su amigo y había prometido cuidarlo. Aunque, de continuar con esa actitud, tendría que arrojarlo al mar.
- De todas formas, tengo prohibido tocarlo...- Murmuró la capitana al estar sola
El joven por otra parte creía innecesario esas amenazas, pero él no considero lo que la capitana si. Zuko con una amenaza de muerte, pelearía, pero si se tocaba una fibra tan delicada como el quedar embarazado, era otra cosa.
Zuko por otra parte pensaba en que debía haber una manera de escapar. Ahora la capitana había mandado a amarrarle unos grilletes pesados sujetos a una base de concreto en una esquina de la celda. Prácticamente tenia los brazos hacia abajo por horas, quedando inmovilizado y entumido. Era cansado, sobre todo por las cadenas al rededor de su cintura que lo pegaban a la columna de la misma esquina.
Melek le llevó una bandeja de comida, con pan al vapor y un poco de té. De todos los hombres de la tripulación, Melek era el más amable.
- Aquí tiene, joven Zuko. Espero le guste el té, lo hice tal y como usted me indicó
- Gracias, Melek. Eres muy amable
- Es un plac--
- ¡Ey!
Tuzlu apareció en la puerta de la celda, con una cubeta de hielos que arrojo a Zuko. El joven maestro tirintio por el frío insoportable, sobre todo por el cuerpo adolorido.
- ¡Eso no era necesario!- Reclamó Melek- No tiene las fuerzas necesarias
- No, pero si le sigues dando de comer tres veces al día, recuperara esas fuerzas de inmediato y no es algo conveniente para nadie en esta nave
- No debes--
- ¿Qué? ¿No debo qué?- Dijo en tono desafiante- Fueron ordenes de la capitana. Habla con ella si tienes el valor suficiente y si es que él vale el riesgo, sino, cierra la boca
Tuzlu se retiro, dejándolos solos.
- No es prudente que pelees por mi, pero te lo agradezco
Melek no dijo nada y tan sólo se dedico a darle de comer a Zuko, este agradeció el gesto. Sabía que la amabilidad era muy escasa, y recibirla dentro de su terrible situación, era una bendición. Por fin entendía un poco mejor a su tío.
Shi Yang contemplaba el horizonte, sintiéndose satisfecha al recibir la brisa del mar en su rostro. Faltaba poco para llegar a su destino, entregaría a su presa, obtendría el pagó y se iría. Estaba aliviada por eso, pero también sentía curiosidad de los planes para con Zuko, aunque si se hacía una idea de lo que podrían hacerle al joven gobernante.
....
Mientras tanto, en otro lugar.
- ¿Ya está lista la habitación para mi invitado especial?
- Si, señor
- Bien, yo arreglaré personalmente el otro cuarto, sólo consigue un poco de calabaza, canela y las otras hierbas, además del chocolate
- Enseguida, señor- El sirviente se retiró
- Ya falta poco, patito... muy poco para que estemos juntos y entonces, nadie nos separara
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Hermoso Equilibrio
FanfictionAang no sabe que creer. ¿Lo que siente está bien o está mal? Sabe cuál es su deber con el mundo, pero... Lo que siente por Zuko también es grande. ¿Quedarse con Katara o escuchar su corazón? ¿Deber o amor? ¿Katara o Zuko?