DOS CAMINOS +18 |Pablo Gavi ~ Pedri González|

4~ Corazón vacío.

|Presente|

Sábado 07/01/2023

—Venga tía ven a la disco, me ha dicho Pedri que van a venir y que vamos a estar en el reservado.— Escuchaba a Lu a través del teléfono.

—Ya sabes lo que hice la última vez que salí de fiesta.

Tumbada en mi cama, respondía a cada suplico de Lu.

—Ya bueno, pero eso no es excusa. Porfa vente.

—Esta bien, pero me quedo está noche en tu casa a dormir.— Colgué la llamada sabiendo que Lu iba aceptar.

Lo hacía cada vez que salía de fiesta y bebía, mis abuelos ya eran muy mayores para verme en ese estado.

Sabía que iba a beber, al fin y al cabo durante esos momentos de puro estado alcohólico me olvidaba de mi madre, de mi padre, de todo lo que me rodeaba que me estaba deprimiendo.

Mi taxi tardó apenas cinco minutos desde que lo llamé, iba con un vestido corto y azul oscuro, iba bastante maquillada tratando de ocultar ojeras de todas las noches que me las pasaba en vela.

Tenía frío, claro que es normal por llevar un vestido corto.

Lu ya me esperaba en la puerta de la disco. —Que guapa.— Me sonrió y abrazó.

—Tú también.— Le devolví la sonrisa.

Estábamos en el reservado, sin ninguna compañía, los chicos se habían retrasado.

Mientras la música sonaba, nos dirigimos hacia la barra y empezamos a beber.

Para cuando ya estábamos con una copa demás llegaron los chicos, pero no nos dimos cuenta hasta que salieron a bailar con nosotras.

—Hola.— Me saludó Pedri tímidamente. Después se fue a saludar a Lu y se quedaron bailando.

Los demás chicos me saludaron desde los sofás que habían. No sabía exactamente quien había, vi a tres personas sentadas.

Terminé de bailar la canción que sonaba y me fui a sentar, pero en vez de sentarme me tiré entre Gavi y Ferran, haciendo que se separaran.

—¡Cuidado Claudia!— Me gritó Gavi.

—Perdón, ya me voy.—Me levanté de donde estaba tambaleándome, ignorando los 'no pasa nada' de Gavi y me fui a la pista otra vez.

Encontré a Lu y nos pusieron la canción más perreable que pudiera existir y como buenas bailarinas de perreo que somos, la pista era nuestra.

Muchos chicos se iban acercando intentando poner su pelvis con nuestros culos. Pero nosotras nos limitábamos.

Alguien me agarró del brazo y me tiró sacándome de la pista y dirigiéndome hacia los baños, no sabía quién era, por lo cegada que iba y porque me iba chocando con todo el mundo.

—¿¡Eres tonta!?— Me empezó a gritar Gavi.

—¿Qué pasa?— Le daba sonrisas de borracha.

—Tu vestido pasa, tu vestido.— Gritó por lo último y me señaló la zona comentada.

Agaché mi cabeza para ver lo que le pasaba a mi vestido.

—¡Ostias!— Rápidamente me baje el vestido porque lo llevaba un poco más arriba y se me veía la ropa interior. —Gracias.

—Joder Claudia siempre igual.— Gavi me estaba regañando.

Agaché la cabeza por la vergüenza que sentía, no lo sabía claro pero seguramente todo el mundo me vio la ropa interior.