13~ La última.

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|Presente|

Lunes 13/02/2023

Estaba en la tienda, trabajando.

—Buenos días Claudia.— Decía Maxi, que acababa de entrar por la puerta.

—Hola.

—Acabo de reservarte cita en el ginecólogo.

—¿Qué?

Me sorprendí, esto debería estar siendo una broma, no habría podido hacer eso.

—Que te he reservado una cita en el ginecólogo.

—¿Por qué coño has hecho eso?— Dije, enfadada.

—Aún no has ido desde que te enteraste que estabas embarazada. Pero no te preocupes, es la mejor ginecóloga privada de toda Barcelona, no te preocupes por el dinero, lo he pagado yo.

—¿Puedes parar ya de controlarme?

—Lo hago por tu bien.

—¡Qué yo sé cuidarme sola!

—No, no sabes.— Dijo quitándome el café de la mano. —Es más, esto no lo deberías tomar.— Lo tiró a la basura.

—Mira yo ya paso.— Cogí mi móvil y el bolso y me fui a dar una vuelta.

Otra vez tenía al pesado de Maxi, controlándome, como siempre. Lo hacía constantemente y a veces entendía que lo hacía para cuidarme pero llegó un punto que estaba harta de sus protecciones.

Estaba en un parque, sentada en un banco, tomando el frío aire, pues era febrero.

Mi bolsillo de la chaqueta empezó a vibrar, me estaban llamando.

En el móvil ponía:

Pedri.

Tuve que descolgar y saber qué es lo que quería.

—Hola Claudia.

—Qué quieres.

—Haber quiero que mañana vengas a cenar y sé que no quieres hablar más conmigo, pero al menos que sea una cena de despedida, tú y yo, por favor.

Esto no me puede estar pasando.

Pensé.

—Nos haremos más daño como vaya a la cena, la despedida será mucho peor y lo sabes.

—Me da igual que sea peor, solo quiero una última cena, ya está solo eso. Luego te dejaré de hablar, como tú dijiste, pero al menos ven.— Hubo un corto silencio. —Por favor.

—Por la noche te digo, me lo tengo que pensar.

Colgué sin esperar una respuesta suya.

Una gota o varias caían por mi rostro, pero seguía firme, intentaba no pensar en nada.

Cuando llegué a casa, bueno la casa de mis abuelos, comí. Ellos me habían dejado la comida hecha porque ellos estaban en el bar.

Por la tarde volví a la tienda, y sí Maxi seguía allí.

—¡Claudia!— Vino rápido hacía mí. —Antes te has ido y no me has dicho porqué.— Dijo, como si no le hubiera importado que reservara cita en el ginecólogo y que yo me hubiera enfadado.

—Es que no paras de controlarme, estoy cansada de eso.

—Lo hago por tu bien.

—Siempre es por mi bien, ¿No te has parado a pensar lo que yo quiero hacer?

—¡Ah! Por cierto mañana es la cita a las siete de la tarde.— Literalmente, ignoró mis palabras.

—No puedo, he quedado.

DOS CAMINOS +18 |Pablo Gavi ~ Pedri González|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora